Ante la desaparición del Bombero Torero como colofón a la fiesta taurina, a la Feria de Almería le viene secundando, con menor arte y gracia, el catastrófico y apocalíptico balance que de la Feria presenta el Grupo Municipal del PSOE. Además de ser un clásico por previsible, en algunas ocasiones, genera cierta conmiseración por el papelón de algún edil socialista representando -a veces mejorando- a Eurípides, Sófocles y Esquilo en una comparecencia cuyos padecimientos, desgracias y ruina afectos a la Feria de Almería se homologa a las desdichas del malogrado Edipo.
En esta ocasión, el afortunado en el plañir de la contraportada ferial no entona el “pobre de mí” pamplonica por el acabose de los Sanfermines. No. En esta edición, el pobre de sí es el concejal Antonio Ruano, notable edil socialista que glosó las excelencias de la okupación ilegal de viviendas al excretar que el “propietario no pierde la propiedad… sólo pierde el uso”. Ahora, con la encomienda del Grupo Socialista para glosar la hecatombe, añade unas aportaciones no exentas de cierta acondroplasia intelectual.
Asegura Ruano que la Feria de Almería «necesita una refundación». No se trata de una modificación, actualización, adecuación… o amejoramiento -con este concepto volvemos a Navarra-.
Refundar es algo más radical y expeditivo. Refundar es algo que, sin duda, no estaría nada mal para su propio partido, que ya no es socialista ni obrero ni español.
En una histriónica conversación en la Caseta Municipal, en el programa de InteralmeriaTV, Antonio Ruano, en un desborde de imaginación, se atascó con una improvisada bardomera. Se preguntó por qué la Feria de Almería se hizo “torpemente” coincidir con la Feria de Málaga, pues podía haber finalizado el sábado, 31 de agosto, y no el 24 como ha sucedido. Así, con estos argumentos de “refundación del almanaque”, desconozco si julianos o gregorianos, Ruano supongo que, en breves fechas, propondrá evitar la coincidencia con el alumbrado navideño en Vigo, trasladando la Navidad almeriense a mediados de enero. Así, evitaremos la desproporcionada competencia de otras geografías, que ostensiblemente se engalanan como Nueva York, Paris o el Gran Comendador de la Horterada, AbeLED Caballero.
En su inmensa ignorancia, supongo elegido el mejor informado para estos menesteres del Grupo Municipal Socialista, desconoce que la Feria tiene una fecha concreta para su finalización. Y no es Algebra de Boole, es muy sencillo: la Feria de Almería termina el sábado anterior al último domingo de agosto. No obstante, como buen seguidor de las falacias históricas y refundacionales de Fernando Martínez, Ruano pretende, para general alegría y asentimiento de nuestras María del Mar, cambiar las fechas de tan señalada onomástica, y del origen, el porqué, el motivo y la razón de esta feria, que nos es otro que en honor de la Santísima Virgen del Mar.
¡Jesús, qué cruz!