El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha formulado la declaración de impacto ambiental del proyecto "Tercer carril por calzada de la autovía A-7 del Mediterráneo. Tramo: enlace 429-enlace 438", en la provincia de Almería, que tiene como objetivo mejorar la capacidad y seguridad vial de este tramo de unos 9 kilómetros.
El proyecto consiste en la ampliación de la autovía A-7 mediante la incorporación de un tercer carril en cada calzada, aprovechando el espacio disponible en la mediana, excepto en los túneles de Aguadulce, donde la ampliación se realizará por ambas márgenes. También se prevé la reordenación del enlace de Almería, mediante la ejecución de una glorieta y la adaptación de ramales, y la modificación de dos pasos superiores existentes.
El estudio de impacto ambiental ha analizado los posibles efectos del proyecto sobre diferentes factores ambientales, como la flora, los hábitats, los espacios naturales protegidos, la fauna, el ruido o el paisaje. Entre las medidas preventivas, correctoras y compensatorias que se han propuesto, destaca la instalación de cinco pantallas acústicas para cumplir los objetivos de calidad acústica y evitar las molestias a las viviendas cercanas. El estudio de impacto ambiental solo ha considerado como foco de ruido el tránsito de vehículos por la autovía A-7 ya que, señala, en el ámbito de estudio no existe ningún otro eje viario de titularidad nacional o autonómica de cierta relevancia. De este modo, el estudio de impacto ambiental, basándose en el estudio de ruido realizado, concluye que, sin medidas correctoras, para la situación futura en el año horizonte 2043 habría en el ámbito de afección del proyecto ocho edificaciones, de uso residencial, en las que se superarían los objetivos de calidad acústica aplicables.
Las pantallas acústicas tendrán una longitud total de 1.560 metros y una altura entre 2,5 y 3 metros. Se ubicarán en las márgenes izquierda y derecha de la autovía, entre los puntos kilométricos 429+650 y 431+535. Serán de tipo metálico o de hormigón, según el caso.
El proyecto también afectará a algunas especies de flora protegida, como el arto o espino cambrón (Maytenus senegalensis), que tiene categoría de vulnerable en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas. Se prevé el trasplante o traslocación de 44 ejemplares y la recogida de semillas para su posterior reintroducción. Además, se realizará una compensación de hábitats mediante la introducción de artineras o cambronales en dos zonas cercanas a los barrancos del Palmer y La Garrofa.
Asimismo, el proyecto coincidirá con parte de la zona especial de conservación (ZEC) Sierra de Gádor y Enix, espacio protegido Red Natura 2000. Dentro de este espacio se afectará a tres tipos de hábitats de interés comunitario: matorrales halo-nitrófilos (1430), matorrales arborescentes de Zyziphus (5220*) y zonas subestépicas de gramíneas y anuales (6220*). El estudio concluye que el proyecto no producirá un impacto apreciable sobre la Red Natura 2000, pero se establece que las pérdidas de superficie de estos hábitats sean restauradas o recuperadas con especies vegetales autóctonas.
El proyecto se sometió al trámite de información pública y consultas, recibiendo un total de doce informes o alegaciones. El expediente incluye un informe donde se responde a las mismas y se incorporan algunas mejoras al proyecto. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha emitido su declaración favorable al proyecto, condicionada al cumplimiento de las medidas propuestas y al seguimiento del programa de vigilancia ambiental.