La ilusión también es cosa de adultos, incluso -no sé si esa palabra debo ponerla o no- cuando comienza un nuevo año como éste, con dos citas electorales por delante, la de mayo... y la otra, sin fecha.
La vida nos presenta retos y desafíos, y a pesar de las dificultades que se avecinan, hay una esperanza de que todo salga bien, la cuestión, claro, es que si para unos sale bien, para otros seguramente no es así. En qué lado estemos es fundamental.
La ilusión de los adultos es una de las fuerzas más importantes para enfrentar los momentos difíciles y cumplir los objetivos deseados, pero mucho me temo que con solo desear las cosas no es suficiente, y tampoco se ve mucha capacidad de reacción, más allá de golpes en la mesa, que podría asimilarlos a esas manifestaciones convocadas cada dos por tres contra el Gobierno de Pedro Sánchez, como si eso fuese a provocar su dimisión. Qué poco conocen a los políticos: basta con pedir una dimisión para que esa persona se quede donde está.
Para aprovechar al máximo el año nuevo, es importante mantener una actitud positiva y una mente abierta, qué remedio. Aceptar los cambios es clave para avanzar y sacar el mejor partido de cada situación, y eso parecen hacer tanto el propio Sánchez como el aspirante a sucederle, Alberto Núñez Feijóo. El uno porque mientras esté en el Gobierno, tiene instrumentos para mantenerse, y el otro, porque mientras no lo esté, puede prometer y promete.
El optimismo nos ayuda a ver la oportunidad en cada situación y nos mantiene motivados para seguir adelante. Es importante tener metas y objetivos realistas para el año nuevo, pero qué es realismo ¿creer que ninguna de tus mentiras se te tendrá en cuenta a la hora de votar, porque tú lo vales? ¿o es realismo pensar justo lo contrario?
Un gurú en La Moncloa o en la Calle Génova, seguro que se le susurraban a sus gerifaltes poco antes de comerse las uvas que "Establecer una lista de cosas a lograr nos ayudará a mantenernos enfocados y a trabajar de forma eficiente" y que "Esto nos permitirá ver los resultados y sentirnos satisfechos al final del año", que son dos frases de un libro de autoayuda que encontré ayer en un cubo de basura -algún vecino debió hacer limpieza sin entender que los libros NUNCA se tiran, por malos que sean-.
También es importante tomarse el tiempo para relajarse y disfrutar de la vida, como bien sabe Pablo Iglesias, y su amigo de antes, Alberto Garzón.
En fin, metidos ya en 2023, que la ilusión también es cosa de adultos cuando comienza un nuevo año. Es importante mantener una actitud positiva, aceptar los cambios, tener metas realistas y tomarse el tiempo para relajarse. Esto nos ayudará a disfrutar al máximo el nuevo año y a enfrentar los desafíos que se presenten.
Feliz 2023.