Dos de los principales argumentos utilizados por quienes han movilizado a los agricultores resultan ser falsos, según los datos oficiales consultados por Noticias de Almería.
El primero de ellos es que a los productos hortícolas que importa la Unión Europea, se le exigen menos requisitos fitosanitarios que a los que proceden de los países socios. No es cierto. Los productos importados deben cumplir exactamente los mismos preceptos que los internos. En todo caso, lo que puede estar ocurriendo es que las inspecciones en los puntos fronterizos no estén siendo rigurosos, de tal modo que el problema sería el incumplimiento del reglamento, no el propio reglamento.
Por otro lado, hay que destacar que la importación de tomate en la UE ha descendido un 15,4% en las dos últimas campañas, siendo Marruecos el país del que más ha bajado, en concreto el 29,5%, pero de Turquía ha aumentado el 24,4% y de Túnez el 7,3%.
La cuestión es que a pesar el importante retroceso en la cantidad importada desde Marruecos, sus ingresos han aumentado casi el 47%. Los ingresos de Turquía han aumentado el 12,2%, y Túnez el 46,5%.
Si se analizan las cifras mensuales, entre septiembre a agosto de las temporadas 2022/2023 y la 2023/2024, encontramos que septiembre, octubre y noviembre de la última, ofrece datos por debajo de los anteriores. Entre los dos noviembres la diferencia son 8.000 toneladas, entre los dos octubres, más de 22.000 toneladas.