El portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, ha expresado su deseo de que la situación del paraje de El Algarrobico y el hotel de Azata en Carboneras se hubiera resuelto hace mucho tiempo. La Junta está dispuesta a restaurar la playa, pero ahora es el turno del Ayuntamiento para tomar medidas y revisar la licencia municipal de obras que fue declarada legal por el Tribunal Supremo casi dos décadas después de su concesión. Fernández-Pacheco ha señalado que los procesos judiciales prolongados causan daño ambiental y reputacional al parque natural de Cabo de Gata-Níjar y a la costa de Almería.
El Gobierno andaluz y la sociedad española, andaluza y almeriense opinan que el tema del Algarrobico no debería haberse prolongado durante tantos años y que ya debería estar resuelto, resumía el consejero. En respuesta a la denuncia hecha por colectivos ecologistas, se ha enfatizado la necesidad de encontrar una solución para lo que se considera un "auténtico despropósito".
El representante de la Junta ha expresado su compromiso en cumplir con las sentencias judiciales y respetar los procedimientos. Además, ha afirmado que acatarán las responsabilidades que les correspondan una vez se haya tomado una decisión. En cuanto al Ayuntamiento de Carboneras, gobernado por el socialista José Luis Amérigo, es quien debe tomar acción en este momento.
Cuando se le preguntó si quería ser el consejero que apareciera en la foto de la demolición del hotel de Azata, él respondió que no le importaba mucho la "foto personal". Lo que realmente le importa es que se cierre ese capítulo y se hable de la biodiversidad del litoral de Carboneras, Cabo de Gata y Almería, en lugar de hablar sobre un ejemplo de despropósito urbanístico que nunca debió haberse construido.