El informe 'Panorama de la Educación 2023. Indicadores de la OCDE’, publicado recientemente por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, ofrece una radiografía del sistema educativo español que no deja lugar a dudas: la mala educación era ésto.
El informe muestra que España sigue arrastrando problemas estructurales que afectan a la calidad y la equidad de la educación, como el abandono escolar temprano, la segregación escolar, la brecha digital, la falta de inversión o la precariedad laboral del profesorado.
Según el informe, España tiene una de las tasas más altas de abandono escolar temprano de la OCDE, con un 16,9% de jóvenes entre 18 y 24 años que no han completado la educación secundaria obligatoria ni siguen ningún tipo de formación. Esta cifra duplica la media de la OCDE (8,3%) y de la UE25 (8,6%) y supone un desperdicio de talento y una condena al desempleo o a la exclusión social para miles de jóvenes.
Además, el informe revela que España es uno de los países con mayor segregación escolar por nivel socioeconómico, lo que significa que los centros educativos tienden a concentrar alumnado con características similares, lo que dificulta la convivencia, la diversidad y la igualdad de oportunidades. Esta situación se ve agravada por el peso de la educación privada concertada, que recibe financiación pública pero puede seleccionar al alumnado según criterios propios.
Otro aspecto preocupante es la brecha digital que afecta al alumnado español, especialmente al más vulnerable. El informe señala que solo el 69% de los estudiantes de 15 años tiene acceso a un ordenador en su hogar para uso exclusivo escolar, frente al 82% en la media OCDE y el 83% en la media UE25. Esta diferencia se amplía aún más entre los estudiantes con bajo nivel socioeconómico (54% en España frente al 74% en OCDE y 75% en UE25) y los de alto nivel socioeconómico (86% en España frente al 91% en OCDE y 92% en UE25).
Estos problemas no se pueden resolver sin una mayor inversión pública en educación, que sigue siendo insuficiente en España. Según el informe, el gasto público en educación en España fue del 4,1% del PIB en 2020, por debajo del 4,9% en la media OCDE y del 4,8% en la media UE25. Además, el gasto por estudiante en todos los niveles educativos fue inferior al promedio internacional.
Finalmente, el informe pone de manifiesto las condiciones laborales precarias del profesorado español, que tiene una de las jornadas lectivas más largas de la OCDE, una de las retribuciones más bajas y una de las tasas más altas de interinidad. Estos factores afectan negativamente a la motivación, el reconocimiento y el desarrollo profesional del docente, así como a la calidad de la enseñanza.
En definitiva, el informe ‘Panorama de la Educación 2023’ nos muestra una realidad educativa que requiere cambios profundos y urgentes para garantizar el derecho a una educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad para todos y todas. La mala educación era ésto, pero no tiene por qué seguir siéndolo.