El espectáculo que está ofreciendo el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Almería con la accidentada puesta en marcha de la aplicación de móvil “Almería Participa” demuestra esa forma tan peculiar que tienen los mandatarios populares de entender la “participación ciudadana”. A modo de resumen baste señalar que es la tercera vez que la aplicación se pone en funcionamiento, después de dos intentos fallidos, en los que los ciudadanos llegaron a votar el nombre de la nueva biblioteca municipal.
Ahora, a la de tres comprobamos que esta herramienta de participación puesta en marcha por el PP no ofrece las mínimas garantías de transparencia, confidencialidad y verosimilitud que cabría esperar para dar soporte a un proceso participativo de una institución pública como es el Ayuntamiento de Almería. Por lo que sabemos, permite votar a una misma persona con varias identidades, los datos de quienes se registran van a manos de una empresa privada merced a posibles estrategias comerciales, y no tenemos garantías de que quienes votan sean vecinos de Almería y no robots que operan en grupo desde algún lugar recóndito del planeta, atendiendo a instrucciones que desconocemos.
Participación ciudadana al más puro estilo del Partido Popular. No podemos esperar nada de quienes no creen en ella y el ejemplo más claro es que cuando crean mecanismos supuestamente de participación, porque la sociedad así lo exige, lo hacen desde el oscurantismo y la posible manipulación.
Es preciso gobernar para los ciudadanos, pero también con los ciudadanos, teniendo presente de forma permanente sus opiniones sobre aquellos asuntos que les conciernen. De hecho, contar con una herramienta de participación nos habría ahorrado tener que salir a la calle a defender que el PP no arranque el arbolado de la Plaza Vieja, pues ante una decisión de este tipo, el Ayuntamiento podría haber convocado una consulta popular para determinar si tal proyecto contaba con el respaldo de los vecinos.
Pero no es sólo lo ocurrido con la aplicación de móvil lo que nos lleva a afirmar que el PP no cree en la participación ciudadana. Durante estos últimos años el alcalde y su corte de concejales han ido anulando a efectos prácticos los únicos órganos con que contaban los vecinos para expresar su opinión y decidir sobre una pírrica parte del presupuesto municipal, como son las Juntas Municipales de Distrito. A través de estos órganos, vecinos y Ayuntamiento podrían haber alcanzado acuerdos sobre las inversiones que requerían sus barrios y, sin embargo, ante la inoperancia del PP y la desidia de este alcalde, dichas Juntas languidecen en el universo administrativo local, vacías de contenido.
Algo parecido sucede con el carrusel de Consejos Municipales que el PP ha ido poniendo en marcha para abordar temáticas tan diversas como Pesca, Inmigración, Movilidad Urbana, Infancia y adolescencia, o Discapacidad, por citar algunos, y que, sin embargo, salvo raras excepciones, apenas han tenido más reuniones que la necesaria sesión para su fundación.
Entre ellos, destaca el Consejo Social, al que jamás se le ha consultado nada y que sólo se ha convocado en una ocasión como escenario de cartón-piedra sobre el que presentar el Plan Estratégico de la Ciudad, otra de las glorias de este equipo gobierno local, capaz de depositar el principal proyecto de desarrollo de Almería en manos de una empresa privada, sin contar con los colectivos sociales y los sectores económicos de la ciudad, que son los que realmente tienen los pies sobre el terreno de las demandas de los ciudadanos.
Los socialistas defendemos que se debe gobernar con los ciudadanos y para los ciudadanos, y por eso incluíamos en nuestro programa electoral, distintas herramientas de participación, con plenas garantías, para abrir canales sólidos y constantes de comunicación entre la sociedad y las personas que la representan en el Ayuntamiento.
Entre las iniciativas que planteamos está la de crear la Concejalía de Participación, poner en marcha los Presupuestos Participativos, implantar mecanismos adecuados y solventes para la consulta ciudadana directa, poner en marcha la Iniciativa Popular, realizar asambleas en los barrios donde el alcalde pueda rendir cuentas y llevar a cabo reuniones periódicas con las asociaciones de vecinos y otros colectivos representativos de la ciudad.
El único elemento que han creado para dar respuesta a las demandas de participación de la sociedad almerienses actual es esta aplicación de móvil, lo que pone bien a las claras hasta qué punto los almerienses necesitan un cambio de rumbo en este Ayuntamiento, con personas que sustenten su trabajo sobre una sólida base de cohesión, igualdad y participación como ejes de las políticas ciudadanas.