La Policía Nacional ha llevado a cabo una importante operación en la que han sido liberadas once mujeres víctimas de explotación sexual, quienes se encontraban obligadas a prostituirse en varias viviendas ubicadas en las provincias de Granada y Almería. Durante esta intervención, conocida como operación Goya, se han detenido a cinco personas, entre ellas dos varones españoles y tres mujeres ecuatorianas.
Los detenidos, cuyas edades oscilan entre los 20 y 43 años, están siendo investigados por múltiples delitos, incluyendo pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva, trata de seres humanos con fines de explotación sexual y tenencia ilícita de armas. Según la información proporcionada por la Policía Nacional, el mayor de los arrestados ya contaba con antecedentes policiales.
Las investigaciones comenzaron tras recibir informes sobre una vivienda unifamiliar en un pueblo del cinturón metropolitano de Granada donde varias mujeres extranjeras en situación irregular estaban siendo explotadas sexualmente y se ofrecían sustancias estupefacientes a sus clientes. En este contexto, se identificó al presunto proveedor de drogas, un español de 43 años.
En Almería, se localizaron otras dos viviendas pertenecientes a la pareja responsable de la explotación. En uno de estos domicilios fueron liberadas cinco mujeres colombianas que también estaban sometidas a condiciones similares de coerción y control. Las víctimas vivían hacinadas y eran vigiladas constantemente mediante un sistema de videovigilancia.
Durante los registros realizados en estas propiedades se incautaron más de 75.000 euros en efectivo, así como diversas cantidades de cocaína, hachís y marihuana. Además, se encontraron dos armas cortas y una pistola de aire comprimido junto con munición.
Las condiciones en las que vivían estas mujeres eran alarmantes; estaban sometidas a un férreo control las 24 horas del día y debían cumplir con estrictas normas impuestas por sus explotadores. Aquellas que rechazaban atender a un cliente podían ser penalizadas económicamente.
La operación Goya no solo ha puesto al descubierto la explotación sexual en Almería y Granada, sino que también ha revelado cómo estas mujeres eran captadas en sus países de origen bajo engaños. Se les prometía una vida mejor en España, facilitándoles pasajes aéreos y documentación falsa para entrar al país como turistas. Una vez aquí, su situación cambiaba drásticamente al verse obligadas a trabajar para saldar una deuda ficticia contraída con sus traficantes.
Este caso resalta la necesidad urgente de abordar la trata de personas y la explotación sexual tanto en Almería como en el resto del Estado español. La colaboración entre diferentes cuerpos policiales ha sido clave para desmantelar esta red criminal que operaba desde distintas localidades andaluzas.
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