La sopa de la izquierda
lunes 01 de abril de 2019, 20:31h
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Mucho se habla de la fragmentación de la derecha política, pero pasa más desapercibido este fenómeno en la izquierda, y lo que es peor para estos últimos, es una división incomprensible e incoherente para cualquier votante.
Si miramos a la derecha, vemos en el extremo a Vox, improvisando un programa que vaya más allá de las tres únicas ideas que les caben, y que no son otras que ir contra el sistema autonómico, acabar con la memoria histórica, y con la ley contra la violencia machista. Esta formación deberá su éxito en votos en gran medida a que las distintas “falanges” no se presentan esta vez, y otros grupúsculos como DN y algunos más, tampoco. Si la derecha va dividida, la ultraderecha va unida.
Lo que sí está claro es que existe diferencia entre votar al PP y a Vox, porque aunque obviamente tienen coincidencias, el primero es un partido de centro-derecha y el otro es de extrema derecha, que el primero acepta la Constitución tal cual, y el otro quiere cambiarla hasta dejarla irreconocible.
Por el contrario, las diferencias en la izquierda son las que no quedan ni medianamente claras más allá del caudillismo y las propias listas. No tiene mucho sentido que Podemos concurra sin Izquierda Unida en la capital y otros cinco ayuntamientos de la provincia de Almería, y en otros tres lo hagan juntos. Y si miramos el caso de Madrid, es todavía peor.
Es verdad que a Podemos se le identifica con la “extrema izquierda”, pero en realidad sus planteamientos no distan de los sostenidos desde hace décadas por IU, y todo se ha reducido a estrategias y liderazgos. Porque es muy difícil de explicar que IU y Podemos se entiendan en las autonómicas andaluzas y que hasta dos formaciones nacionalistas les apoyen, y no lo hagan éstas en las generales, para a su vez en cada municipio presentarse de modo distinto.
Estrategias y liderazgos como en el caso de la capital, donde IU escogió en primarias a una mujer como número uno, Amalia Román, mientras que Podemos hizo lo propio con otra mujer, Carmen Mateo, siendo el problema que se plantea no ya quién encabeza la candidatura, sino también quién es el número dos, ya que si la lista es “cremallera”, resulta que el segundo ha de ser un hombre, desplazando a la otra mujer al tercer puesto… y eso es todo un reto.
¿Otros motivos de fondo, ideológicos, de modelo de ciudad? ¿de verdad que alguien cree que que hay diferencias de este tipo?
Entre Vox y PP sí, entre Podemos e IU… entre otras razones porque defienden unidos/unidas lo mismo en otras instituciones.
Editor de Noticias de Almería
Periodista.
Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y la novela "Todo por la patria"
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directornoticiasdealmeriacom/8/8/26
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