Un nuevo movimiento antipolítico, que se autodenomina “Junta Democrática de España”, está ganando adeptos en las redes sociales con un discurso ultraconservador, antifeminista y nacionalista, que recuerda al de Vox, el partido de extrema derecha que lidera Santiago Abascal. Sin embargo, este grupo se presenta como una alternativa a los partidos políticos tradicionales, a los que acusa de ser corruptos, ineficaces y antidemocráticos.
La Junta Democrática de España se define como una “plataforma ciudadana” que busca “deslegitimar el sistema” y “recuperar la soberanía popular”.
Entre los seguidores y colaboradores de la Junta Democrática de España se encuentran varios ‘influencers’ y divulgadores que difunden mensajes contrarios al feminismo, al ecologismo, a la inmigración y a la diversidad sexual. Algunos ejemplos son Javier Negre, un periodista que fue despedido de El Mundo por plagio y que ahora dirige un canal de YouTube llamado Estado de Alarma; Juanma del Álamo, un escritor y conferenciante que se define como “coach antifeminista” y que ofrece cursos para "recuperar la masculinidad"; o Rocío Monasterio, la presidenta de Vox en Madrid, que ha participado en varios actos y vídeos con argumentos en esa línea.
La Junta Democrática de España también cuenta con el apoyo de algunos colectivos profesionales, como la Plataforma del Transporte, que agrupa a transportistas autónomos y pymes del sector5. Esta plataforma ha organizado varias movilizaciones para protestar contra las restricciones al tráfico por motivos medioambientales o sanitarios, así como contra la competencia desleal de las empresas extranjeras. La Plataforma del Transporte comparte con la Junta Democrática de España la defensa de la “libertad individual” y el rechazo a las “imposiciones” del Gobierno.
El auge de este movimiento antipolítico coincide con un momento en el que Vox parece haber tocado techo electoralmente y comenzar a desinflarse. Aunque el partido sigue siendo la tercera fuerza política en el Congreso y ha logrado entrar en varios gobiernos autonómicos y municipales gracias a sus pactos con el PP, también ha sufrido algunas bajas significativas.
Los expertos advierten de que el fenómeno de la Junta Democrática de España no es un caso aislado, sino que forma parte de una tendencia más amplia que se observa en otros países europeos, donde han surgido movimientos y partidos ultraderechistas que compiten o se escinden de las formaciones más consolidadas. Algunos ejemplos son el Partido Identitario en Francia, Alternativa para Alemania o Hermanos de Italia8. Estos grupos se caracterizan por su radicalización ideológica, su uso intensivo de las redes sociales y su capacidad para captar el descontento y la frustración de una parte de la ciudadanía ante la crisis económica y social .