Gracias a la aparición de los comparadores de créditos online, los clientes pueden conocer las ventajas e inconvenientes de los principales productos que ofrece cada entidad bancaria. Además, gracias a estas plataformas digitales, las personas interesadas optan a las ofertas más ventajosas a través de una sola solicitud, con el beneficio añadido de acceder a esa información rápidamente y de forma sencilla y clara. Es en este contexto en el que se crea Lendo, dando cobertura a esta necesidad y que solo en la provincia almeriense ha ayudado, ya, a más de dos mil personas.
Por tanto, si se está pensando en pedir un credito online en Lendo podrá hallar el mejor préstamo personal online que permitirá cumplir las expectativas para las que se solicita esa cuantía. Una de las grandes ventajas es que el comparador dará los resultados de aquellos bancos que lideran con sus productos competitivos el mercado de los créditos online.
Para información de los clientes, reseñar que se puede solicitar una cantidad de hasta 30.000 euros, recepcionando las ofertas que se preaprueban, según los datos ofrecidos por el usuario, en cuestión de minutos. Otra de las grandes facilidades que dan estos préstamos es que su tramitación es íntegramente en remoto y que acceder al servicio del comparador no compromete a nada.
¿En qué consisten los créditos online?
Concretamente, se trata de un tipo de préstamos personales cuya tramitación se realiza exclusivamente vía internet. En los últimos años, han ido incrementándose, muy considerablemente tras la pandemia, estos créditos, ya que han supuesto una opción muy recurrente de financiación para muchos usuarios, por lo que ha aparecido un gran mercado bancario para satisfacerlo. Entre sus principales ventajas está la agilidad de su contratación, la comodidad de hacerlo desde casa y sin excesiva burocracia. Todo ello supone un ahorro del coste de tiempo y, normalmente, son menos exigentes que los productos prestatarios tradicionales.
Lo qué hay que tener en cuenta al solicitarlos
En este apartado es preciso destacar que previo a la petición de un crédito se han de conocer algunas cuestiones como las condiciones que se deben tener para ser beneficiario, así como las consecuencias financieras de adquirir este tipo de productos. Por tanto, una de las primeras cuestiones que hay que saber es la cantidad económica que se pretende solicitar, eso es lo que se llama el capital del préstamo. Después habrá que tener en cuenta que sobre ese capital pesarán unos intereses que habrán de ser satisfechos tras la firma del contrato con la entidad prestamista, ya que esos son sus beneficios.
Así pues, también el cliente deberá afrontar las comisiones a abonar por la concesión o, llegado el caso, por la cancelación del préstamo; es decir, devolver la cantidad prestada antes del tiempo previsto. Por último, en este apartado se hace referencia al periodo de amortización y la cuota mensual que ha de abonarse hasta satisfacer el pago completo del crédito, aspectos todos a estudiar y sobre los que meditar antes de lanzarse a firmar es lo más recomendable.
Hablemos de intereses
Cuando se hace referencia a los intereses de un préstamo o crédito se habla de dos figuras principales que son las encargadas de determinar el coste de los mismos. Por un lado, está el TIN que es un porcentaje que indica la cantidad económica que recibirá la entidad financiera si se decanta por conceder el crédito, por otro, está el TAE, que indica el precio que obtendrá el préstamo al siguiente año; para tal fin se tomará en consideración el TIN y otros sobrecostes endógenos de la entidad concreta. Por todo ello, ser conscientes de lo que es el TIN y el TAE permitirá no aceptar un producto al que no se podrá hacer frente y, por tanto, también te ayudará a ahorrar dinero, ya que, en perspectiva, se pagará menos cuando se hace una buena elección.
¿Amortizar o no amortizar? He ahí la cuestión
Cuando existe un planteamiento de amortizar un préstamo, lo que se quiere es liquidar con la entidad la cantidad prestada antes de acabar el plazo establecido para tal fin. Aunque, generalmente, siempre termina suponiendo un ahorro, aunque sea ínfimo, está ligado también a una compensación económica a la entidad bancaria por no cumplir con el plazo y verse afectada en la recepción de intereses. Por todo ello, si el periodo que queda por liquidar es poco, es más que posible que no rente, en absoluto, liquidarlo con antelación, pues existen casos en que los intereses que quedan por abonar son tan bajos que la multa compensatoria a la entidad los supera y, es por ello, que no conlleva ningún beneficio.