¿Qué creen ustedes que están pensando los armadores, pescadores y familias que viven de la pesca, cuando les llega la solución política de que les van a permitir pescar 89,5 días al año? Y que den las gracias por ello, dice un trajeado político europeo, que les rebajan algunos días más como se pongan tontos. José María Gallart, ¿qué les queda a los pescadores por hacer? ¿Qué tendrían que hacer con estos políticos que los arruinan cada año un poco más? ¿A dónde habría que mandarlos?
Van a salvar nuestros mares, dicen con voz engolada, y con ello, gritan orgullosos, el futuro del planeta tierra. Pero a cambio van a acabar con el sustento de miles de familias en el Mediterráneo. Pero a ellos que les importan esas familias. Ellos tienen que responder a sus jefes políticos e ideológicos, y estos les indican que los pescadores acaban con el futuro del mar y del planeta, al igual que las vacas y sus ventosidades o cuescos, culpables ellas de muchos de los males que nos rodean. Salvaran al planeta, aseguran, pero ojo, no acaben con la sociedad, por lo menos tal y como la conocemos hasta ahora.
No les da a ustedes la impresión de que, a la vida, estos caballeros de traje y corbata le dan cada día menos valor. Leía hace unas semanas los cinco años de cárcel que la justicia ha condenado por la muerte de un joven en el País Vasco, y entiendo a aquella madre cuando decía, que poco vale la vida de una persona: cinco años de cárcel por la muerte de mi hijo. El matador saldrá en cinco años a disfrutar de las calles, los chiquitos y de la justicia que nos hemos dotado, mientras que el hijo de esa mujer seguirá bajo tierra el resto de los años que esa madre siga con vida.
Recuerdo lo que decía Luis Planas, el ministro andaluz de no sé qué del gobierno de un señor que anda de rodillas ante el prófugo “mochito”, el catalán, cuando manifestaba, con cara de pesar, que se está trabajando en Bruselas para lograr mayor reivindicación para nuestros pescadores. Tiene bemoles, ya vemos el resultado con el que nos vamos encontrando: 89.5 días al año, y no te quejes, que aún puede ser peor. ¿Qué puede ser peor que ver como la miseria nos va rodeando, como la ruina va aislando a estas familias, como se tienen que conformar con la paguilla que le da el gobierno de turno y que no les llega para tener una vida digna? Ni siquiera para llegar a final de mes.
Y que sonrían ante el mal tiempo, y que no se les oiga criticar muy alto, que les pueden hacer pagar irpf por la paga y ya verá cómo se les queda parte de esa miseria mensual que cobran. Eso sí, les van a legalizar las drogas en unas semanas, y a fumar porros, para que se puedan olvidar de la triste vida que les ha tocado vivir con estos trajeados políticos que dicen viven defendiendo sus vidas y sus haciendas, mientras que la verdad es que ellos, los trajeados políticos de Europa se llevan más de cien mil euros al año de sueldo. Más, más, mucho más de cien mil al año, mientras que a ellos no les dejan ni trabajar en sus mares.