El futuro de los árboles de la Plaza Vieja llega al pleno del Ayuntamiento de Almería este jueves.
La decisión de la retirada de los dos elementos emblemáticos se fundamentan en la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que permitiría dejar diáfana la Plaza de la Constitución.
En esta decisión el equipo de Gobierno del PP podría contar con el único apoyo de la ultraderecha, ya que tanto el PSOE, como Podemos piden que se mantengan, y Ciudadanos reclama una consulta popular.
En este sentido, el gobierno que lidera Ramón Fernández-Pacheco (PP) defiende un trasplante del arbolado de la plaza para evitar obstáculos visuales que realcen tanto la fachada porticada de la casa consistorial como la vista a espacios aledaños, como el Convento de Las Claras. Con el mismo objetivo, el equipo de gobierno opta por trasladar El Pingurucho a otro punto de la ciudad, como el Parque Nicolás Salmerón.
Por el contrario, se prevé mantener las palmeras de gran porte existentes en la plaza, al entender que no afectan a la visibilidad del conjunto, toda vez que el anteproyecto --al que se introdujeron modificaciones tras las primeras protestas-- incluyen conjuntos arbolados en varias esquinas de la plaza.
Estos gestos por parte del gobierno local no han conseguido, no obstante, aplacar por completo las críticas de un sector que aboga por mantener tanto el anillo de ficus como, especialmente, el monumento a Los Coloraos en la plaza, tanto por su simbolismo al representar un diálogo permanente entre la libertad y el poder político que encierra el Ayuntamiento, como por sus dificultades para trasladarlo.