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Marihuana para la Ansiedad ¿Cuál es su Papel Según la Ciencia?

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Antes de entrar a hablar de la relación entre la marihuana y la ansiedad, es conveniente tener claro precisamente qué es la ansiedad, para luego analizar su relación con este cannabinoide.

El trastorno de ansiedad generalizada es una enfermedad más extendida de lo que parece, porque al tener diversos grados, hay quienes lo viven de un modo muy intenso, y quienes solo la sufren de modo ocasional. Podemos decir que es una sensación de miedo o de preocupación, originada por cuestiones que ni remotamente tienen el valor que se les da, lo que provoca un tremendo malestar general. Es decir, hemos de tener claro que no es lo mismo preocuparse por algo importante, que convertir en importante cualquier pequeño problema, o incluso que todos los problemas se conviertan en importantes, porque en estas situaciones podemos entrar en una situación de bloqueo, fruto de esa ansiedad.

Las semillas de marihuana por su parte, producen una planta con más de un centenar de cannabinoides y más de 200 terpenos, siendo en sí misma bastante compleja por lo que es cierto que existe un uso al que podemos denominar “droga”, pero tampoco podemos olvidar que hay países en los que está permitido la utilización terapéutica. Por tanto, insistimos, las variedades que hay y las diferencias químicas entre unas y otras, y el tratamiento que se da posteriormente, no permiten simplificar a la hora de hablar de la marihuana.

El THC es uno de los 113 cannabinoides que tiene la marihuana y son las siglas de trans-Δ⁹-tetrahidrocannabinol, y es su principal compuesto psicotrópico.

Si pensamos qué ocurre cuando una persona tiene ansiedad y lo ponemos en relación con los efectos de la marihuana tenemos que compensa perfectamente, ya que proporciona euforia, creatividad, relajación y aumento del apetito. Pero también hay que señalar que en algunas personas, esta planta puede llegar a producir ansiedad, pero solo sucede en dosis altas, ya que con un consumo moderado, los aspectos tranquilizadores y de apertura de la mente –que son los que te ayudan a no ahogarte en los problemas tal cual los ves en una crisis de ansiedad- son los más comunes y están garantizados.

Por otro lado está el CBD, que es otro cannabinoide, pero este no es psicoactivo y este es el que se ha vinculado al uso terapéutico, ya que tiene un gran potencial ansiolítico.

En todo caso es importante dejar clara una cosa, y es que la marihuana no cura, sus efectos son paliativos, te ayudan a soportar una situación de ansiedad momentánea tomándolo en las dosis adecuadas, pero de ninguna manera es una medicina, ni es la solución a una enfermedad. Así, por ejemplo, puede ser una ayuda si los nervios no te dejan dormir, o subir a un estrado a hablar en público, si necesitas relajarte para ver un problema desde otra perspectiva más imaginativa, y momentos como estos.