Los obispos de toda España se reúnen en Madrid para su sesión plenaria que celebran dos veces al año. A ver si los señores mitrados reaccionan y se oponen al infame acuerdo entre el Vaticano, el Gobierno y la Conferencia Episcopal por el cual se permite "resignificar" el Valle de los Caídos.
Aunque después vendrán con la “resignificación” El Escorial, la Catedral de Córdoba, etcétera, etcétera, también la matriculación de bienes eclesiásticos, el IBI, y la imposibilidad de la X en la declaración de la renta, hasta que prohíban por motivos de seguridad los cultos extralitúrgicos públicos y se realicen en las “sacristías”.
Aquí se han inventado este término “resignificar” para ocultar la realidad de lo que se pretende realizar de forma ignominiosa, que es quitarle todo el sentido al Valle. Despojarlo de su alma, y a cambio, mantener algunas partes de su cuerpo.
Sí, mantendrán la Basílica, hasta su desamortización total, y a los monjes, al día de la fecha, aunque terminarán yéndose o echándolos al verse rodeados con la resignificación de mensajes anticristianos y odas a quienes quemaron y destruyeron cientos de iglesias y mataron a miles de sacerdotes y personas por el solo hecho de ir a Misa o salir en una procesión. Una forma de “matar” la esencia del Valle con 30 millones de euros que saldrán de los impuestos de todos los españoles, del erario público, para reescribir la historia con renglones torcidos -“Y es peor matar el alma que matar el cuerpo” (Mt. 10,28)-.
Salvo en las redes sociales y algunos artículos espaciados, este hecho sectario de la izquierda con la aquiescencia de una parte de la derecha y anticlerical está en el rescoldo de las tibiezas en la sociedad civil española, dejando los restos del cuerpo del Valle de los Caídos a cambio de matar su alma, convirtiendo este sagrado lugar de oración y reconciliación entre hermanos en un “museo de los horrores”, un “museo antifranquista por la democracia” y de adoctrinamiento “antifascista” sobre la Guerra Civil de 1936, la cual dio por finalizada la convulsionada y comunista II República que por el hecho de “oler a cera” tenías las horas o los días contados.
En fin, no nos queremos dar cuenta con nuestra miopía política, que detrás del cese por imperativo legal del benedictino Padre Cantera como prior del Valle, quieren destruir la Iglesia Católica, nuestra Historia, a través de mentiras y por medio de la traición de quienes deberían de ser los garantes espirituales del Valle de los Caídos, llamado actualmente, Valle de Cuelgamuros.
Estamos en Cuaresma, llega la Semana Santa, el Triduo Pascual, y el Valle de los Caídos o el “Valle de todos”, como lo describió en el año 1963 en unos versos el poeta y escritor almeriense Julio Alfredo Egea, debería de seguir siendo encuentro de oración, paz y unidad de los españoles, el verdadero sentido por el que se levantó la Cruz más grande de la cristiandad y no permitir que las tinieblas entren para apagar la luz del soplo divino de la eternidad. Paz y Bien.