Todo está bien con moderación. Esta simple verdad, por desgracia, a menudo se olvida (especialmente cuando se trata de comprar nuevos cosméticos). Queremos cuidar la piel cualitativamente, y a veces aplicamos un producto con ingredientes activos tras otro, sin pensar en su combinación. Los dermatólogos nos advierten que debemos estar extremadamente atentos a la elección de fórmulas de cuidado. Por ejemplo, el retinol en compañía de zinc causará irritación muy fuerte y no tendrá ningún efecto positivo.
Minimalismo en el cuidado adquiere nuevas formas. La última tendencia es la "microdosis", que se basa en la idea de usar solo cremas y sueros (se puede encontrar en makeup.es) con una composición" modesta".
Qué son los componentes bioactivos
Son sustancias que afectan los procesos bioquímicos intracelulares en varias capas de la piel. La nutren y la protegen de los factores dañinos (ultravioleta, radicales libres, etc.). Sin ellos, el uso de cosméticos se convierte en una pérdida inútil de tiempo y dinero. En cualquier producto, 10-15% son componentes activos, 80-90% – la base, y 3-5% – conservantes y aromas. Normalmente la composición incluye:
- Moduladores (vitamina C, ácidos de frutas, zinc, caroteno, etc.). Estimulan la síntesis del colágeno, afectan la velocidad de las reacciones bioquímicas, aceleran la formación de nuevas células.
- Protectores (antioxidantes, ácido hialurónico, antisépticos vegetales de aloe, manzanilla, caléndula, etc.). Hidratan y fortalecen el manto, destruyen los gérmenes.
- Rellenos (aceites cosméticos, ácidos grasos Omega-3, aminoácidos, minerales y vitaminas). Nutren y proporcionan las sustancias necesarias para el funcionamiento normal.
El uso de varias fórmulas potentes a la vez durante mucho tiempo, puede afectar negativamente la piel y provocar inflamación, enrojecimiento, poros obstruidos, erupciones cutáneas, picazón, ardor, sequedad, descamación e incluso dermatitis. Resolver el problema es simple: solo necesita reducir el número de frascos al mínimo y usarlos en pequeñas dosis.
¿Qué tal con las combinaciones?
Una serie de componentes, al mismo tiempo presentes en uno u otro medio, pueden crear un "conflicto químico" entre sí. Entre las reglas estrictas de combinación de ingredientes:
- no deben amplificar ni neutralizar la acción de los demás;
- no deben tener el efecto opuesto (por ejemplo: curación y exfoliación).
Los componentes que tienen propiedades comunes son ideales entre sí y también prolongan la acción de los demás. Es decir, si se usa un producto restaurador, por ejemplo, una crema intensiva Nivea, entonces es importante combinar componentes protectores y suavizantes de la piel sin ingredientes dañinos (es decir, ácidos).
Para el efecto lifting, la combinación ideal sería un par de ácidos de bajo peso molecular y vitaminas (C, B1, B2, B3 (PP), B6, B12). Las combinaciones adecuadas serán: retinol con Omega 3 y 6, niacinamida y ácido hialurónico, péptidos y Omega 3 y 6. Cuáles componentes no se pueden combinar:
- Retinol (vitamina A) con ácidos de frutas, azufre y zinc. Con esta combinación, puede obtener dermatitis, irritación de la piel y quemaduras (ya que los ácidos aumentan la acción del retinol). Antes de usar productos con retinol, debe excluir el uso de todo tipo de exfoliaciones en al menos dos semanas.
- Proteínas (péptidos) con parafina, cera, silicona. En este caso los péptidos serán ineficaces.
- Ácidos y alcohol. Tal tándem causa irritación de la piel, destrucción del manto hidrolipídico.
- Exfoliantes con ácidos. En este caso, habrá un doble daño a la piel: mecánico (debido a la exfoliación) y a través de la acción de los ácidos.
- Laurilsulfato con ácidos. Es decir, después de los productos de limpieza con laurilsulfato en la composición, no se pueden usar lociones con ácidos.
- Niacinamida (también conocida como vitamina B3 y PP, ácido nicotínico) no se recomienda combinar con aceites, parafina y siliconas, ya que es una vitamina soluble en agua. Será ineficaz.
Para facilitarnos la vida, Sam Bunting, fundadora de la clínica Dr Sam's, desarrolló la técnica de "13 puntos", que consiste en aplicar cosméticos con la ayuda de las puntas de los dedos. Para cada zona del rostro, solo se necesitan unas pocas gotas del remedio: tres en la frente, tres en cada pómulo, dos en la barbilla y dos en cada ala de la nariz. "Esto garantiza que distribuya la cantidad correcta de producto de manera uniforme sin perder ninguna sección", — explica Sam Bunting.