¿Alguna vez has sentido que tu sofá te abraza con más fuerza que un amigo en una noche de verano? Yo sí. Y es que, en Almería, donde el sol brilla casi todo el año y la playa está a un paso, parece que nos hemos rendido ante la tentación de quedarnos sentados, viendo cómo la vida pasa por la ventana. Pero, ¿qué hay detrás de esta comodidad? La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de lanzar cifras alarmantes: cerca de 1.800 millones de adultos en el mundo no hacen nada de ejercicio. ¡Nada! Y yo me pregunto, ¿es esto lo que queremos para nuestra tierra?
Recuerdo una conversación con mi amiga Ana, quien trabaja en una oficina del centro. “No tengo tiempo para hacer ejercicio”, me decía mientras devoraba su bocadillo de jamón y queso en la hora del almuerzo. Y claro, entre correos y reuniones, se le pasaban las horas volando. Pero ahora sé que esa hora sentada puede costarle mucho más que unos kilos extra; puede acortar su vida.
El estudio del Instituto de Salud Carlos III liderado por Iñaki Galán Labaca revela algo que ya intuíamos: "Sentarse menos y moverse más". Así de sencillo. Según los datos, sustituir solo una hora a la semana de estar sentado por actividad física moderada podría reducir el riesgo de mortalidad en un 3,3%. ¡Tres puntos porcentuales! En nuestra tierra, donde el ritmo es más relajado y el clima invita a salir a caminar por la Rambla o a hacer senderismo por Sierra Alhamilla, este dato debería hacernos reflexionar.
En Almería tenemos ese lujo: el mar y la montaña nos llaman a gritos. Sin embargo, muchas veces preferimos quedarnos viendo series en Netflix o jugando al Candy Crush. Lo sé porque lo he vivido. Mi primo José es un fanático del fútbol... pero solo cuando juega FIFA. “Es que hace calor”, dice él mientras se sienta con su refresco bien frío frente al ventilador. Pero claro, luego llega agosto y las excusas se convierten en sudores.
La realidad es dura: el sedentarismo no solo afecta nuestro cuerpo; también impacta nuestra mente. El mismo estudio indica que hacer ejercicio mejora nuestro estado de ánimo y calidad de vida. Imagínate pasear por las playas vírgenes de Cabo de Gata o recorrer los senderos del Parque Natural mientras disfrutas del aire fresco y el sonido del mar. ¡Eso sí que es terapia!
Así que aquí estoy yo, lanzando un grito desde mi rincón almeriense: ¡basta ya! Menos tiempo en el sofá y más movimiento. No se trata solo de perder peso; se trata de vivir mejor y más años. Una hora menos sentados puede ser una vida ganada.
Te invito a dar ese primer paso: sal a caminar por el Paseo Marítimo o únete a alguna clase de yoga en uno de esos maravillosos espacios al aire libre que tenemos aquí en Almería. Recuerda lo que decía mi abuela: "El cuerpo es como un coche; si no lo mueves, se oxida". Así que movámonos antes de convertirnos en estatuas del parque.
En definitiva, dejemos atrás esa vida sedentaria y abracemos un estilo activo. Porque si hay algo claro es que cada pequeño cambio cuenta y puede marcar la diferencia entre vivir y sobrevivir… ¡y qué mejor lugar para hacerlo que aquí mismo, en nuestra hermosa Almería!
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