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Mentiras sobre la Almería andalusí
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Mentiras sobre la Almería andalusí

martes 20 de febrero de 2024, 11:16h

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El Instituto de Estudios Almerienses (IEA) acaba de publicar una segunda edición de “La huella de al-Andalus”, el volumen II de la Historia de Almería dedicado a la época medieval. Esta segunda edición -o como quiera llamársele- aparece ante las críticas que realicé por contener la primera edición numerosos errores, entre ellos el no haberse publicado el artículo que había presentado Antonio Rodríguez Figueroa sobre el exilio de los almerienses tras la cruzada de 1147. Las críticas que realicé también estaban relacionadas con el que se hubieran censurado mis textos, la caótica coordinación de la obra que hace que los textos sean repetitivos en muchísimos aspectos y los clamorosos errores que llenan el libro.

El Director del IEA, Mario Pulido, me pidió que le indicara las “erratas” que hubiera detectado “para someterlas a la consideración de los respectivos autores y del equipo editorial”, a lo que le contesté que, evidentemente, están muy mal asesorados por lo que respecta a la época andalusí, pues no se trata de erratas sino de errores muy importantes. Al mismo tiempo les pedí que reconsideraran su propuesta, cambiando las condiciones, pues no estoy dispuesto a que sigan ninguneando mi trabajo, y también le exigí que incluyeran en esa nueva edición los textos que me habían mensurado en la anterior publicación. Así también se lo pedí al Presidente del IEA, Javier Aureliano García Molina.

Con una pésima gestión del dinero público (¿cuánto ha costado la primera y la segunda edición?), acaba de aparecer el libro con el añadido de la aportación de Antonio Rodríguez Figueroa que ha pasado de una página que estaba prevista a cuatro, con las usuales fotos que, en la mayoría de los casos, poco o nada aportan. En esta nueva publicación apenas han corregido erratas y los errores siguen llenando páginas y páginas. Incluso han hecho caso omiso a los errores que señalé en la prensa (véase https://www.noticiasdealmeria.com/errores-antologicos-en-el-libro-del-iea-sobre-la-almeria-medieval). Así siguen enterrando dos veces a al-Udri en el Cementerio de al-Hawd, una con ese nombre y otra como Ibn al-Dala’i. Se sigue considerando como almeriense a Ibn al-Sabbah, cuando este autor de Játiva escribió su obra con gafas (bi-l-miriya) que no en Almería (bi-l-Mariya). También se considera almeriense a una poetisa de Arabia y no se ha incluido a la velezana que sí lo es. Lorenzo Cara sigue llevándose la Rábita de Amrús a Dalías cuando estaba en la desembocadura del río Andarax, se inventa y trastoca puertas de la ciudad de Almería, atribuye a al-Udri el que Jayrán amurallase el arrabal de al-Hawd cuando nada dice el geógrafo almeriense, y así un largísimo etcétera.

La inscripción que ilustra este artículo es la lápida funeraria de Yábir b. Muhammad “el maderero”, conocido como Ibn al-Qallal o “descendiente del fabricante de cántaros” (m. abril 1044), conservada en el Museo de Pérgamo de Berlín. En la Historia de Almería del IEA se afirma que es almeriense, cuando fue una mera hipótesis lanzada por Lévi-Provençal que hay que descartar.

Han seguido censurando mis textos, que trataban de establecer certezas necesarias en el conocimiento histórico y han continuado vetando valiosas aportaciones como la que habría hecho Patrice Cressier, entre otros.

Es una auténtica vergüenza que, con dinero público, se acrediten flagrantes errores sobre el conocimiento de la historia de nuestra ciudad y su territorio desde una institución como el IEA que debía actuar con nobles intereses.

No es solo en este libro en el que el IEA difunde bulos históricos. Entre otras obras hay que destacar la segunda edición de la guía de la Alcazaba, publicada hace un año y que el próximo jueves (22 de febrero de 2024) se presenta (¿qué razón habrá para que se haya retrasado tanto?). Entre las falsedades que contiene hay perlas como el que al-Mutasim naciera en 1037 en Almería, lo que recuerda al chascarrillo de Gila de que él nació solo, cuando su madre no estaba en casa y, al volver ésta, le regañó su progenitora: “que sea la última vez que naces solo”. Los padres de al-Mutasim no pudieron llegar a Almería antes del 1038, después, por tanto, de que su hijo naciera solo en Almería.

En las guías que coordina Alfonso Ruiz García suelen colaborar un amplio colectivo de expertos sobre la materia. No es el caso, incomprensiblemente. Hay un buen número de investigadores que podrían haber hecho valiosas aportaciones, pero las escasas colaboraciones de otras personas que se incluyen tratan cuestiones periféricas. El objetivo, claramente, era que en esta guía nadie le hiciera sombra -eclipsara, para ser más correctos- a su autor o contradijera las distorsiones que desde hace años sigue difundiendo Lorenzo Cara amparado por el IEA.

Todo ello hace necesario que haya decidido publicar una próxima obra en la que ya estoy trabajando y que se titulará “Mentiras sobre la Almería andalusí”. En ella dejaré bien claro cuáles son esas falsedades para que no sigan difundiéndose.

Está por ver si habré de incorporar al libro el tema de las supuestas juderías si las actuales autoridades del Ayuntamiento de Almería perseveran en mantener las placas que se han colocado en puntos clave de la ciudad para desinformación de los almerienses y de los visitantes (véase https://www.noticiasdealmeria.com/arabistas-piden-retirar-la-senaletica-de-juderias-en-almeria-por-ser-una-falsedad-historica y https://www.noticiasdealmeria.com/la-fundacion-ibn-tufayl-insta-al-ayuntamiento-de-almeria-a-retirar-placas-de-supuestas-juderias).

Jorge Lirola

Profesor de la Universidad de Almería