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Modificar ley de protección infantil
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Modificar ley de protección infantil

Por Juan Torrijos Arribas
viernes 22 de marzo de 2024, 05:00h

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La muerte por envenenamiento de dos crías, Elisa y Larisa, a manos de su padre, ha levantado la indignación de unos pueblos y de una provincia. Los vecinos de Abla te comentan la historia de estas pequeñas, y no puedes por menos que sentir rabia ante la impotencia de una sociedad a la hora de defenderlas. El día en el que estas niñas, Elisa y Larisa, a las que no hemos sabido defender están recibiendo sepultura, aparece como siempre el político de turno, con cara de pena y los ojos arrasados, intentado limpiar la imagen que, de ellos, de sus leyes y de la defensa que de esta sociedad nos ofrecen tenemos los ciudadanos.

El señor Martín, la voz de Pedro Sánchez en Almería, ese presidente que hace y deshace con las leyes lo que le da la gana a él y a esos socios que lo acompañan, se nos pone en trance, ojos rojos, a punto de que las lágrimas rueden por su mejillas, y nos dice que ante la situación que se ha vivido con la muerte de estas dos crías es el momento de reflexionar sobre una modificación de la ley de protección de la infancia. El mensaje ya está dado. El político salva su responsabilidad. La sociedad sabe de la preocupación de sus dirigentes por su seguridad, y que para ellos hay que modificar la necesaria ley.

El señor gobernador ya puede irse a descansar. Ya ha cumplido con su tarea. Los medios recogeremos su foto a punto de la lágrima y su declaración sobre la reflexión sobre la ley a modificar.

¿Qué ley ha cambiado el gobierno de Sánchez que haya venido a defender a la sociedad ante la lacra de los maltratos a la mujer, o a los hijos dentro del hogar? La del sí es sí venía a defender a la mujer ante la violencia de género. Eso nos decían. ¿Y qué resultados nos ha ofrecido? La ley trans, que nos está ofrecido ejemplos que rayan, no en el ridículo, sino en la mayor amoralidad que se puede dar en una sociedad, que se encuentra cada vez más atada por unas leyes de los socialistas y sus compinches.

¿Qué ley mantenía libre al padre de Elisa y de Larisa, acusado de malos tratos a su esposa? ¿Por qué estos juicios se retrasan hasta límites que ponen en peligro a la mujer a la que hay que defender y que llegan a costar, como en este caso la vida de dos niñas inocentes?

Mañana ya nos habremos olvidado de la reflexión del señor Martín. Ya no veremos sus ojos a punto de la lágrima. Mañana tendrá que hablar el hombre de otra cosa. Y si hace falta nos dirán, y diremos aquello de que no se puede legislar con los ojos rojos y llorosos por la rabia. Que debemos enfriar los ánimos, que en caliente nada bueno se consigue. Y cuando dentro de unos meses volvamos a tener sobre nuestras conciencias la muerte de un nuevo y pequeño ser, volverá a salir el político de turno a recordarnos que la reflexión nos debe llevar a modificar la ley de la protección de la infancia. Y todo volverá comenzará de nuevo.