La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió este lunes en un mitin en Viator (Almería) la trayectoria del PSOE en Andalucía, destacando su "gen ganador" y la "honradez" de sus líderes históricos. En un discurso cargado de reivindicación del proyecto socialista, Montero aseguró que su partido transformó la comunidad "sacándola del papel que la historia le había relegado" para situarla en "las mejores cotas de bienestar", gracias a "líderes que gobernaron con ganas, proyectos, ambición y honradez".
Sin embargo, estas declaraciones contrastan con las condenas judiciales que afectaron a expresidentes autonómicos del PSOE como Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como a otros miembros de los gobiernos andaluces entre 1990 y 2011, vinculados al caso de los ERE fraudulentos, uno de los mayores escándalos de corrupción en la comunidad.
Además, se da la circunstancia de que por la mañana, Montero estuvo en Carboneras, donde uno de su exalcaldes socialista,. Cristobal Fernández, y su hermana y concejala, fueron condenados por delito electoral, y posteriormente indultados por un gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero para que pudiese volver a presentarse a las elecciones.
El legado socialista y la sombra de los ERE
Montero, histórica dirigente del PSOE-A, elogió la labor de sus antecesores: "Hemos posibilitado un salto de modernización con líderes que trabajaron con honradez". Sin embargo, en 2019, la Audiencia de Andalucía condenó a Chaves y Griñán por prevaricación y malversación en el desvío de 680 millones de euros en subsidios públicos para supuestos planes de empleo, en un sistema de fondos opacos que benefició a empresas y personas afines al partido. Chaves recibió una inhabilitación de 9 años (reducida a 6 en 2021), mientras Griñán fue condenado a 6 años de cárcel y 15 años de inhabilitación, aunque su pena no se ha ejecutado pendiente de recursos. Además, una veintena de ex altos cargos fueron sancionados.
El caso, cerrado en firme por el Tribunal Supremo en 2022, dejó una profunda herida en la imagen del PSOE-A, que gobernó Andalucía ininterrumpidamente desde 1982 hasta 2018. Griñán, expresidente entre 2009 y 2013, fue indultado parcialmente en 2023 por el Gobierno central, lo que eliminó su pena de prisión pero mantuvo la inhabilitación. Ha sido finalmente el Tribunal Constitucional, y cuando el PSOE ha logrado una mayoría "progresista", se han anulado parte de sus condenas.
El acto en Viator refleja la estrategia del PSOE de reivindicar su historia en Andalucía ante las próximas elecciones autonómicas, aunque el debate sobre la corrupción pasada sigue latente. La honradez declarada choca con una sentencia que el PP usará como arma electoral.