Pablo Iglesias y el 4D
Por Pedro de Tena Alfonso
miércoles 09 de diciembre de 2015, 15:30h
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Intencionadamente o no, Pablo Iglesias, patinó durante el debate a cuatro de Antena 3 con uno de los hechos que marcaron la transición en Andalucía: la multitudinaria manifestación que el 4 de Diciembre de 1977 pidió en las calles de Andalucía (y también en las de otras capitales españolas como Madrid o Barcelona) un estatuto de autonomía como el que se le reconocía a las denominadas comunidades históricas: Galicia, País Vasco y Cataluña.Iglesias dijo en el transcurso del debate que los andaluces manifestaron el 4-D su voluntad de seguir siendo parte de España, lo cual le confiere a esa fecha un carácter supuestamente plebiscitario que no tuvo. Pero es que tampoco el debate tenía que ver entonces con ningún deseo secesionista o independentista por parte del pueblo andaluz. Al menos no por la mayoría que se pronunció, primero en las calles y después en las urnas, ni por el grueso de los partidos que impulsaron la movilización. Lo que Andalucía reivindicaba era su condición de comunidad histórica. De hecho, si inicialmente no había sido así considerada fue porque el Gobierno de la UCD había decidido conceder ese nivel de autogobierno sólo a aquellas comunidades que habían aprobado su estatuto de autonomía durante laSegunda República. Se da la circunstancia de que Andalucía estaba en camino de ser reconocida al mismo nivel que esas comunidades de mayor rango, pero fue precisamente el golpe militar del 36 lo que impidió que aquel proceso culminara en una declaración formal por parte del gobierno republicano.
El 4-D, por tanto, fue una reivindicación de los símbolos identitarios (el himno y la bandera) y la reclamación de una reparación histórica con el pueblo andaluz. El Gobierno de la UCD accedió, después de una intensa negociación con la junta preautonómica, a convocar un referéndum que se celebró el 28 de febrero de 1980, en el que los andaluces votaron mayoritariamente a favor de que Andalucía tuviera acceso al estado autonómico en aplicación del artículo 151 de la Constitución, y rechazando de esta forma el modelo definido en el artículo 143,que da amparo a las comunidades 'no' históricas, con unos niveles de autogobierno inicialmente menores.Las trabas puestas durante la campaña del referéndum por parte del Gobierno de la UCD (partido que promovió el voto en blanco o la abstención) no lograron evitar un 'sí' mayoritario de los andaluces, hasta el punto de que se logró -en el conjunto de la comunidad- la mayoría absoluta no ya sólo de los votos emitidos sino del censo electoral, tal y como exigía el artículo 151 de la Constitución. Sólo la provincia de Almería se quedó a las puertas de esa mayoría absoluta de electores (aunque sí consiguió la de los votantes), lo que derivó en otra negociación que obligó a los partidos a retratarse de nuevo hasta forzar el reconocimiento a la legitimidad de aquel resultado incontestable.El 28-F fue finalmente adoptado por la Autonomía como el Día de Andalucía, aunque algunas organizaciones nacionalistas, -entre ellas, pero no sólo, el Partido Andalucista-, han reivindicado siempre el 4-D como la movilización que forzó el reconocimiento del derecho de los andaluces al autogobierno. A la memoria del 4-D está también unida la del joven Manuel José García Caparrós, de 18 años, miembro de CCOO, muerto por disparos de la policía durante los incidentes ocurridos en el transcurso de la movilización en Málaga.Durante el debate a cuatro, Pablo Iglesias citó el proceso andaluz como ejemplo de la solución que su partido plantea para Cataluña, donde Podemos reclama el derecho de autodeterminación o, según su versión, el derecho a 'decidir quedarse en España' que, según el político de Podemos, es lo que hicieron los andaluces el histórico 4-D. Su particular reinterpretación de la historia fue cuestionada por el periodista Vicente Vallés (moderador del debate junto a Ana Pastor) y por el candidato socialista Pedro Sánchez, aunque ninguno abundó en ella. Las redes sociales sí lo hicieron y criticaron ampliamente el patinazo.

Nació en Jerez de la Frontera, 1951. Licenciado en Filosofía y periodista, guionista de cine –premio de guiones de la Junta de Andalucía -, y televisión, siempre aprendiz de poeta y escritor, fue retenido y detenido varias veces entre 1970 y 1975 cuando colaboraba con la editorial ZYX. Finalmente, fue encarcelado por el régimen franquista en mayo de 1976. Desde 1982 ha trabajado en diferentes medios de comunicación: Radiocadena Española, Radio 16, Radio Televisión Española, Cadena SER, Euroforum y Diario 16, entre otros. Desde 1989 a finales de 1995 fue el primer delegado de El Mundo en Andalucía desarrollando una amplia tarea de investigación de la corrupción (caso Guerra, caso Ollero, caso Expo 92, caso “gratis total”, caso Cajas de Ahorro y préstamo impagado de Manuel Chaves, caso Faros, caso Canal Sur, caso Gil y otros muchos) además de las propias de su posición corresponsal. También ha elaborado proyectos de Comunicación y Publicidad para diferentes entidades públicas y privadas. Desde 1996 colaboró con Javier Arenas, al que ayudó en su tarea de lograr la alternancia democrática en Andalucía.
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