Metamorfosis comunista

Cuando el Gobierno español tomó la iniciativa de modificar la Ley para poder disolver partidos políticos que aparecieran vinculados al entramado terrorista de ETA, se convirtió en una frase común garabateada en paredes de todo Euskadi la que empezaba por “Ahora” y seguía el nombre de la nueva organización que se prestaba al juego en esa convocatoria electoral, heredera de la anterior. Era el cambio de piel de la serpiente enroscada en el hacha.

Comprendo que comenzar hablando de ETA para acabar haciéndolo del Partido Comunista, ofenderá a muchos comunistas -pido excusas a quien así se sienta- pero sobre lo que pretendo llamar la atención es sobre la metamorfosis que se produce en algunas formaciones políticas, y he recordado el caso de cuando los etarras se compraron al Partido Comunista de las Tierras Vascas, con las “nekanes” incluidas, tres o cuatro mujeres que lograron cargos por esta formación pero que no eran más que títeres de quienes antes se habían llamado de otras maneras.

Y en esa metamorfosis estamos a día hoy, cuando el Partido Comunista de España parece no estar, no existir, no concurrir a las elecciones, no ganar ni perder, pero sí que está, existe, concurre a las elecciones, y unas veces gana y otras pierde.

El PCE estuvo a punto de no ser legal en España por las presiones ejercidas desde el PSOE, pero afortunadamente el presidente Adolfo Suárez tuvo visión de Estado, y sí, Santiago Carrillo también… visión de Estado y seguramente de cosas de las que aún no nos hemos enterado. Pero lo importante es que fue legalizado en aquella Semana Santa histórica, asumiendo la premisa de cualquier democracia, y es que no se pueden ilegalizar unas ideas si para llegar a su ejecución se aceptan las reglas de juego constitucionales.

Desde entonces, el PCE no ha cambiado prácticamente nada en su fondo ideológico, y si cabe, es mucho más radical que aquel que concurrió a las primeras elecciones democráticas, y basta para ello oír a ese pequeño burgués llamado Alberto Garzón, el que llegó en bicicleta al Congreso y ya ven... menú de boda a 300 euros... solo apto para bolsillos como los del camarada Pablo, que se puede pagar una vivienda de 800.000 euros.

Los comunistas han ido adaptándose a los tiempos, y sin renunciar a su españolismo y a su centralismo, crearon el Partido Comunista de Andalucía (PCA), que no es ni más ni menos que el PCE en Andalucía. Nada de autonomía política y nada de andalucismo en su corpus doctrinal.

Pero cuando se quedaron en casi nada, aprovecharon el movimiento ecologista y pacifista contra la entrada en la OTAN, para absorberlo y crear Izquierda Unida, luego se quedaron con las siglas de Los Verdes, que abandonaron la coalición electoral sin poder llevarse las siglas que aportaron (vamos, que la L y la V así como el solecito, son birlados), y por último le pusieron lo de Convocatoria por Andalucía, como gancho al andalucismo de izquierdas que ya empezaba a sentirse incómodo con la caída de la S del Partido Andalucista.

Con diferente éxito, IU a nivel estatal, e IULVCA en Andalucía, han ido presentándose a elecciones, pero siempre han sido comunistas quienes han encabezado las candidaturas, como comunistas son quienes coordinan la coalición, tanto en España, como aquí, como en las provincias o los municipios.

Podemos surgió al calor del 15M y el “no nos representan”, pero Izquierda Unida no puedo capitalizar este movimiento aunque lo intentó, así que surgió Podemos, una organización trufada de exmiembros de la anterior, y a la que acaba uniéndose bajo en la marca Unidos Podemos. El PCE advierte que como tal ya no cuela, y decide infiltrarse dejando que comunistas sin carnet lideren el proyecto.

Eso no pudo pasar en Andalucía porque –entre otras razones- IULVCA venía de haber sostenido al PSOE con José Antonio Griñán y Susana Díaz, y Podemos sabía que eso le pasaría factura como ya lo hizo con otros.

Podemos en Andalucía está liderado por los Anticapitalistas, sobre cuya ideología comunista no hay que añadir nada que no esté en su propia denominación, y ahora se une con IULVCA con el nombre de Adelante Andalucía, en la que un grupo escaso de andalucistas hacen de palmeros para darle color.

Pero el PCE sigue ahí, buscando el hueco para posicionarse según las circunstancias, porque sabe que si concurriera a unas elecciones a pecho descubierto igual ya formaría parte de la historia. Es la enésima metamorfosis.