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Amat, punto y seguido

Por Rafael M. Martos
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sábado 22 de diciembre de 2018, 08:48h

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Gabriel Amat es incombustible. Bueno, si no lo es, al menos lo parece. A final de este año deja la presidencia de la Diputación, a cuyo frente ha estado desde 2011, y lo hace para seguir de alcalde de Roquetas de Mar, cargo que ostenta ininterrumpidamente desde 1995, con la intención de revalidarlo una vez más en mayo de 2019, a pocos meses de cumplir los 75 años de edad.

A Amat, un hombre sin estudios pero con mucho de eso que se da en llamar “mundología”, no le asustan los retos, y si se hace memoria revisando fotografías, se advierte que es justo en aquellos momentos más duros cuando parece rejuvenecer misteriosamente. Y momentos duros los ha tenido, pero centrándonos en su etapa en la Diputación, que es de la que se despide, hay que recordar cómo se produjo todo aquello, que institución recogió, y también qué Partido Popular.

El PP había tenido una importante escisión, tanto lo fue, que logró cinco concejales en la capital y hasta un diputado provincial. Por si fuera poco, la herida siempre abierta entre el PP provincial y el de El Ejido, que lideraba Juan Enciso, comenzó a supurar justo después de entregarle a su valido, Pepe Añez, la presidencia de la Diputación. Aquello –abreviemos- acabó con otra escisión, la del Partido de Almería.

Javier Arenas, por entonces presidente del PP Andaluz, empujó a su “hermano mayor” a presidir el PP de Almería, y así lo hizo. A cualquiera le hubiera dado vértigo cortar lazos con Enciso y expulsar del partido al histórico alcalde ejidense, a un referente de primer orden, pero él lo hizo, y le tocó lidiar durante ocho años con el pacto entre PAL y PSOE –con la connivencia de IU- en la Diputación, relegando al PP a la oposición sin derecho ni a pan ni a agua.

Aún así, el PP mejoró sus resultados electorales, es decir, mejoró a pesar de los bocados de esas dos formaciones, y eso le abrió paso a presidir la Diputación.

La verdad es que muchos eran quienes pensaban que Amat tendría un paso breve como líder del PP, un paso destinado a recomponerlo y poco más, pero no, agarradas las riendas y mejorando en las urnas comicios tras comicios, siguió ahí, como una especie de talismán para traer la suerte –en forma de votos- necesaria para que “Javier” ganara la Junta, “Mariano” llegara a La Moncloa, o “Juanma” fuera presidente de Andalucía. El anuncio de su dimisión ha coincidido en el mismo día con el de "Juanma" sobre el acuerdo programático con Ciudadanos, y que sin duda ya, le colocará en la Presidencia del Gobierno andaluz.

El anuncio de su dimisión ha coincidido en el mismo día con el de "Juanma" sobre el acuerdo programático con Ciudadanos, y que sin duda ya, le colocará en la Presidencia del Gobierno andaluz.

Es probable que parte de ese éxito del PP en la provincia de Almería se deba más a él mismo, a esta formación, que a la mala gestión socialista desde la Junta, porque los de Amat subían y el PSOE se mantenía, y cuando éstos han mejorado en escaños no es por lograr más papeletas, sino porque los populares han bajado.

Y todo esto es muy posible que tenga que ver con la gestión de la Diputación, que cuando llegó Amat y su equipo, comenzando por Javier A. García y siguiendo por Ángel Escobar como vicepresidentes, la han hecho eficaz en los servicios y útil a los pueblos, y todo ello aderezado con nuevas fórmulas –imaginativas- para beneficiarlos. Antes, la imaginación era meter facturas en los cajones y no pagarlas, contratar sin contrato, ohacer viajes privados a costa del erario público.

Amat recordaba en su despedida que antes, con el PSOE y el PAL, se pasaban dietas hasta por un café, y obvió –no era cuestión de detallar toda aquella época- que también por acudir a una procesión o un partido de fútbol, mientas que desde 2011 no se abona ni una dieta a los miembros del equipo de Gobierno, y si tienen que comer fuera, se lo pagan ellos. Claro, igual también por eso los gastos del parque móvil se han reducido a la mitad.

Pero como hablar de dinero que no se ve es complicado, quizá decir que la deuda la ha reducido un 81% en estos años no sea un dato visible, pero sí lo es que las gestiones desde el área de Turismo han permitido que los vuelos crezcan un 1.300%... sí, un 1.300% ¿Cuánto ha influido eso en la economía provincial? Pues como lo habrá hecho disponer de agua potable en toda la provincia,

Y podríamos hablar del salto cualitativo del Festival de Cine de Almería, o de la creación de la marca Sabores de Almería, pero para eso ya está el balance oficial.

En lo personal Amat no lo ha pasado precisamente bien. Cuando llegó a la presidencia del PP ya se la tenían jurada aquellos a quienes laminó, y cuando vieron que se quedaba, comenzó la venganza, y cuando alcanzó la Presidencia de la Diputación, aquello se recreció.

Cuando llegó a la presidencia del PP ya se la tenían jurada aquellos a quienes laminó, y cuando vieron que se quedaba, comenzó la venganza, y cuando alcanzó la Presidencia de la Diputación, aquello se recreció.

Desde la constitución de un asociación “anticorrupción” focalizada exclusivamente en su persona, a un rosario de denuncias, unas veces solo en medios de comunicación, y otras ante la fiscalía, una veces provincial, otras en el TSJA. La foto de Amat declarando ante el juez era perseguida… y se logró, pero solo eso, declarando, nada más. Todas las denuncias han ido archivándose más pronto o más tarde, por jueces distintos, por distintas instancias… y si no se puede avanzar qué puede ocurrir en el futuro sí se puede confirmar qué ha sucedido.

El objetivo era poner a Amat en la situación de tener que dimitir, pero al final, deja la Diputación cuando a él le ha parecido oportuno, y mira que ha estado veces tentado de marcharse, pero entonces llegaba una nueva denuncia y una nueva exigencia de dimisión, y para que no pareciera que huía, se quedaba. La decisión, como ha dicho en su despedida, estaba tomada, y solo había que hacerla efectiva en el momento oportuno.

Para valorar la gestión de Amat como presidente de la Diputación solo hay que tener memoria... o tirar de hemeroteca.

Rafael M. Martos

Editor de Noticias de Almería

Periodista. Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y la novela "Todo por la patria"