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¿Tarot o videncia? No es lo mismo
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¿Tarot o videncia? No es lo mismo

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Seguro que se lo ha planteado cada vez que le surgen dudas importantes en su vida; seguro que ha pensado lo bueno que sería recibir un buen consejo, el consejo de alguien que tuviera capacidad para ver los posibles futuros, las posibles opciones que te ayuden a tomar la decisión más adecuada.

En esas circunstancias, acudir a la videncia o al tarot suele ser algo bastante común, pero lo primero que hay que saber es que no es lo mismo una cosa que la otra. Ambas pueden ayudarnos, pero teniendo claro qué es una cosa y qué otra.

La videncia, según el Diccionario de la Real Academia, es la facultad o percepción paranormal de percibir realidades visuales que no pueden ver todas las personas o de adivinar el futuro, en tanto que la clarividencia es una supuesta capacidad de percepción extrasensorial que permitiría a algunas personas recibir información de acontecimientos futuros o pasados pero desconocidos por ellas mismas, obtener información de personas o lugares que no conocen, o ver la hipotética dimensión espiritual.

Este servicio puede hacerse como en el caso de la vidente sin gabinete Eva Duarte, la cuarta generación en su familia con este tipo de capacidad, si bien ella reconoce que desconoce –más allá del hecho hereditario- por qué le pasa esto, por qué es capaz de presentir acontecimientos.

Por otro lado, puedes acudir tu tarot económico sin gabinete, y ahí tienes la opción de la tarotista motrileña pero residente en Madrid, Marisa Cruz. Está especializada en temas tan sensibles como el amor y el trabajo, y con las tradicionales cartas del tarot, vislumbrar los distintos caminos que se abren ante ti, y por cual debes seguir.

En ambos casos hay algo importante a tener en cuenta, y es que al no tener un gabinete, es decir, un lugar físico al que tienes que acudir, no solo estamos hablando de la comodidad de poder consultar estés donde estés y cuando lo necesites, estamos hablando de privacidad. Nadie va a verte entrar ni salir, desde tu intimidad, puedes hablar con mayor franqueza, y preguntar todo aquello que te preocupa sin sentirte violento o violenta.

También hay que decir que al no tener gabinete, estos servicios suelen ser más baratos que aquellos que si lo tienen. En fin, no hace falta ser un lince para comprender los ahorros que supone para estos profesionales no tener un despacho abierto al público, y eso evidentemente repercute en lo que cobran a sus clientes. Además, para ellos también es más relajado atender de esta manera, ya que pueden estar rodeados del ambiente que mejor les venga, que mejor les permita alertar su sensibilidad.

¿Y es importante el precio? Pues sí, sobre todo al principio. Es bastante absurdo gastarse un dineral en algún supuesto experto en videncia o tarot, y que no te acierte ni una. Si acudes a un profesional sin gabinete, tienes la enorme ventaja de que siendo económico, si ves que no cumple con sus expectativas, no acudirás más a él y punto, y si responde a lo que necesitas, volverás. No olvides que para estos profesionales, ser recomendados es fundamental, y eso solo ocurre si lo hacen bien.