Izquierdas e independentistas juntos pueden gobernar
viernes 05 de abril de 2019, 15:12h
Add to Flipboard Magazine.
Ante las nuevas propuestas de los socialistas proponiendo un posible referéndum de autodeterminación, hechas públicas por el líder de esta formación en Cataluña, y con el panorama inmediato que dibujan las últimas encuestas, es esta una probabilidad que realmente asusta a una parte muy importante de la ciudadanía española. Una repetición del último mandato de Sánchez dejaría al país en una situación de difícil retorno a la España conocida desde hace quinientos años.
Las izquierdas: Psoe, Podemos, comunistas, anarquistas, mareas, equos, etc. juntos con los nacionalistas han demostrado en estos últimos años su apuesta por un proyecto claro, la eliminación de España como nación, la desestructuración de la sociedad burguesa como venimos conociéndola desde hace más de cien años, la abolición de la constitución de 1978, la construcción política y social de una anarquía permanente basada en una legitimidad inventada de los nacionalistas y un inconformismo irresponsable de quienes exigen derechos sin límite sin la correspondiente contraprestación de deberes. Y esto ¡cómo es posible! ¿Cómo se ha frivolizado hasta ese extremo las consecuencias de semejante dislate? ¿Cómo es posible que un andaluz, por poner un ejemplo, no sea capaz de comprender las nefastas consecuencias inmediatas que la independencia de Cataluña, o sin llegar a ella, con las sólo concesiones que un gobierno del Psoe y Podemos con el apoyo de independentista estarían dispuestos a concederle, supondrían para su calidad de vida y su poder adquisitivo? En definitiva, la enorme disminución de recursos al alcance de la Comunidad Autónoma que tal hecho supondría ¿No existen personas, colectivos, partidos políticos, medios de comunicación que se esfuercen en proyectar ante la opinión pública lo que supondría el reconocimiento de una Hacienda autónoma para Cataluña? ¿Tan cortoplacista y miope es el interés de cada uno de nosotros, de nuestra sociedad y de nuestros políticos?
La constitución española de 1978 se compromete entre otros aspectos a mantener un sistema económico basado en la solidaridad entre las regiones o comunidades autónomas. Ya experimentamos de modo injusto el desequilibrio entre comunidades como el País Vasco o Navarra y el resto de España. Aceptémoslo, aún siendo injusto, por estar en la Constitución. Actualmente los trabajadores y funcionarios públicos del resto de España están claramente discriminados de los de estas dos regiones. Cataluña, como parte de la “España rica” desea, al menos, el mismo trato, y el gobierno del Psoe está dispuesto a concedérselo. Si los ingresos fiscales de Cataluña, País Vasco y Navarra quedan definitivamente en esas comunidades, en el resto de España, que en gran parte como consumidores contribuimos a esos ingresos fiscales, nos veremos constreñidos a una disponibilidad económica que de ninguna manera permitirá el mantenimiento de los servicios públicos de los que todavía, aunque cada vez con mayor deterioro, disponemos.
Es urgente alimentar la conciencia de lo que supondría para nuestro futuro y el de nuestros hijos una situación semejante. Una situación que no tendría vuelta atrás. Una situación que condenaría a comunidades como Andalucía a vivir a expensas de la “limosna “que de buena o mala gana nos quisieran aportar las comunidades “ricas”, al menos, mientras permaneciese la existencia de España como actualmente la conocemos; porque lo más probable es que, en esa deriva a la que nos conducen las izquierdas, pronto desaparecería hasta la “limosna” con la independencia alcanzada en la que no dejarán de insistir esas comunidades.
Algún desmesurado optimista; algún que otro que, como el avestruz, piensa que, desconociendo los problemas, estos se resuelven mejor; algunos de los que siempre andan con la cantinela “y de lo mío qué” y desde luego muchos, quizá demasiados, fanáticos del “líder supremo” pensarán que esto es derrotismo, una cascada de pesimismo y el canto de un mal agorero. Evidentemente parece que los hechos parecen demostrar que no es así.
Desde que Sánchez y las izquierdas con el apoyo de los separatistas llegaron al poder el paro aumenta sin cesar, la deuda pública se dispara, el déficit presupuestario aumenta, los impuestos y afán recaudatorio del gobierno no cesa, el poder adquisitivo del ciudadano medio disminuye y la sociedad en su conjunto se encuentra cada vez más desamparada. Si alguien piensa que exagero en alguno de estos extremos le invito amablemente a que lo demuestre.