¿Cual fue el detonante concreto que impulsó a Ana Julia a matar al hijo de su pareja con tan solo ocho años?
¿Cual fue el detonante concreto que impulsó a Ana Julia a matar al hijo de su pareja con tan solo ocho años? Esa es una pregunta clave en el proceso que se sigue contra la autora confesa del crimen, y que formará parte del alegato de la acusación la semana próxima, cuando las partes expongan sus informes finales y quede visto para sentencia el que a día de hoy es el juicio más mediático que ha habido en la provincia de Almería.
La acusación particular que representa el letrado Francisco Torres, argumentó ya en la primera sesión, que había dos móviles por parte de Ana Julia para acabar con la vida de Gabriel, el hijo de ocho años de su pareja, Ángel, y de Patricia; uno era que "el niño le estorbaba" en su relación, y el otro el económico, en función de los bienes que posee la familia del padre, como la propia casa en la que se produjo el crimen en Rodalquilar.
El primer día del juicio prestó testimonio Francisco Martín, psicólogo que atendió a Patricia después de que ésta fuera objeto de acoso por un hombre que acabó condenado por este delito, y a quien trató hata poco antes de que se produjera el crimen. Pues bien, Martín comentó que Patricia le había hablado de lo preocupada que estaba por Gabriel, porque no lo veía bien de ánimo, y que sospechaba que podía ser por la relación que había iniciado su padre con Ana Julia.
Al tratarse de un menor, éste psicólogo no trató al niño, pero sí que lo hizo una especialista, con la que posteriormente habló él, y de ahí conoció que ésta había aconsejado a Ángel prestar más atención a Gabriel, pasar más tiempo con él, y que éste fuera de más calidad.
Menos de una semana después, Ana Julia daba muerte a Gabriel.
Hay que recordar que cuando Ana Julia llega a España con 18 años ya había sido madre en República Dominicana, y que al tiempo, se trae a su hija, quien a los tres meses cae desde una ventana del piso en que vivían en Burgos y muere así en extrañas circunstancias calificadas de "accidente".
Su actual hija, Judith, declaró por videoconferencia en el juicio y lo primero que dijo es que no quería ni verle la cara. Nunca la trató como a una hija, y se sintió utilizada por su madre al descubrir que cuando le pidió que acudiera a buscar a Gabriel, o que hablara con el psicólogo de Patricia, era para malmeter contra Sergio, otro exmarido de Ana Julia, precisamente el que vive en Las Negras y hacía quien quiso dirigir las pruebas y las sospechas, según la Guardia Civil.
Del padre de la primera hija no ha trascendido nada, pero las cinco relaciones que ha tenido en España, todas han acabado mal, y en ellas el dinero ha sido un factor clave.
Si ahora la acusación particular plantea el argumento económico, que aún no ha quedado del todo claro, no es menos cierto que su segunda pareja, Javier, era víctima del alcoholismo y del cáncerm que poco antes de morir se hizo un seguro de vida, y que Ana Julia cobró así 30.000 euros. La noche del entierro, ella ya tenía nueva pareja.
Juan Manuel era bastante mayor que ella, y como el anterior, gravemente enfermo. De él habría obtenido la financiación de una operación de cirugía estética valorada en 1.300 euros y otros 17.000 euros más. la familia de éste recuerda que presentó en un par de ocasiones síntomas de enfermedad extraños, sin justificación alguna, y de los que informaron a los investigadores del caso Gabriel cuando conocieron la muerte del niño. Esto síntomas llevaron dos veces al niño ante el pediatra, que no supo encontrar razón, y en ambas ocasiones estaba al cuidado de Ana Julia, que le preparaba batidos y tenía en su portátil búsquedas de plantas venenosas según acreditó la Guardia Civil.
Sergio fue la cuarta víctima. Con él llegó de Burgos para montar un bar en Las Negras, en Cabo de Gata, La relación se rompió cuando él descubrió que ella mandaba dinero a escondidas a República Dominicana. Fue ella quien rompió y se quedó con el bar, y hacia él quiso dirigir las sospechas por la desaparición de Gabriel, aprovechando que la casa de la madre de Ángel donde ellos estaban, casualmente estaba en la zona.
A Ángel lo conoció precisamente en ese local que había montado con Sergio.