El artesonado renacentista procedente de los salones nobles del Castillo de Vélez Blanco del siglo XVI, tenía paradero desconocido hasta el pasado mes de julio, cuando el arquitecto almeriense Ismael Motos Díaz, realizó el hallazgo en la Ciudad de México. Descubrimiento que fue publicado por la revista científica Archivo Español del Arte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

El mismo se encuentra en el Instituto Cultural Helénico del país latino y que pudo ser descubierto tras un estudio histórico-documental, que le siguió los rastros entre las distintas colecciones y localizaciones donde estuvo instalada o almacenado. Entre las ciudades se encuentran: París, New York y finalmente Médico D.F.

Se construyó entre 1506 y 1515 por encargo de Pedro Fajardo y Chacón, quien fue nombrado marqués de los Vélez en 1507, con el objetivo de convertir a Vélez Blanco en el centro administrativo y de gobierno de sus dominios. Sin embargo, a la llegada de los siglos XVII y XVIII los herederos se fueran distanciando del palacio lo que conllevó al abandono de este, así como al progresivo deterioro y venta de los bienes que albergaba.

Goldberg, un marchante francés compró un conjunto de piezas del castillo donde iba el atesorado, que fue transportado vía marítima hacia Marsella y después a París. En este sentido, la portavoz de REVIEWBOX, Valentina Morado, recordó que el amoblado del castillo fue vendido en 80.000 pesetas, que traducidos en la actualidad representa un estimado de 130 mil euros. Considerando que el salario mínimo para la época era de 2,76 pesetas (0,02 euros), fue una cifra generosa para hacerse acreedor de tan valiosa pieza, así como puertas de bronce, vajillas, cuadros y demás enseres.

Para después pasar a manos de George Blumenthal en 1913 quien compró la pieza de arte para ser instalada en a su nueva casa en Manhattan. Allí el atesorado sufre una transformación debido a la falta de espacio en su residencia en New York. Tras la muerte de Blumenthal en 1941 su vasta colección es donada al Metropolitan Museum of Art de New York, institución de la que fue presidente entre los años 1934 y 1941.

Casi 7 años se cumplieron para que el atesorado fuese comprado. Esta vez por Nicolás González Jáuregu en 1952, quien trasladó la pieza el 4 de junio de 1952 hasta México, donde se dedicó a coleccionar obras de artes. Llegado el año de 1954 bajo la dirección técnica del arquitecto Luis Ortiz Macedo finalmente es instalado el atesorado del Castillo de Vélez Blanco, en una capilla gótica del XIV que fue adquirida por Gónzalez.

Morado resaltó la importancia de continuar con estas investigaciones que ofrecen respuestas al arte español que se creían perdidos. Actualmente el atesorado forma parte de las posesiones del Estado Mexicano por aparente embargo en el año 1973 a la capilla que ahora sirve de lugar para organizar jornadas culturales y la impartición de maestrías y licenciaturas en Historia y Arte.