www.noticiasdealmeria.com

Diputado palestino denuncia en Almería el apartheit sionista

google+

Comentar

Imprimir

Enviar

Add to Flipboard Magazine. Compartir en Meneame

Escucha la noticia

Kamel Rayan visita Almería dentro de una gira contra las medidas contempladas en la “Ley de nacionalidad” que reduce a ciudadanos de segunda a los palestinos israelíes

Kamel Rayan es diputado palestino en la Kneset (Parlamento) del Estado de Israel, y forma parte de los dos millones de árabes que no viven en la Autoridad Nacional Palestina. Visita Almería por segunda vez, y participa en la presentación del Centro Aman para la Paz que preside Hassan Haida, que ha tenido lugar en el Centro Andaluz del Pueblo Javier Verdejo.

El diputado, que concede una entrevista exclusiva a Noticias de Almería, encabeza una gira internacional para denunciar el “racismo” y la “discriminación sistemática” a la que el sionismo somete a quienes no son judíos.

Es de origen palestino un 20% de los cerca de nueve millones de israelíes, los drusos son el 2% y cristianos otro 2%. Se da la circunstancia de que el reconocimiento de la igualdad entre todos los ciudadanos proclamada en la declaración de independencia de Israel no figura en la nueva ley fundamental del Estado, motivo que inspiró la unión de distintos partidos árabes en una Lista Conjunta que les permitió superar la docena de representantes. La Kneset está bloqueada, en una situación similar a la española, y como aquí, tendrán que volver a repetir elecciones y esperan, según dice el diputado en sus declaraciones mejorar ampliamente sus resultados.

Consecuencia de esa discriminación es que los ciudadanos árabes se consideran privados de su identidad, como palestinos que permanecieron dentro de Israel tras su creación en 1948, así como sus descendientes. La mitad de los hogares árabes israelíes se encuentran por debajo del umbral de pobreza, frente al 20% de los de familias judías. La tasa de desempleo masculina duplica a la estatal, por debajo de 5%, en tanto que el paro femenino árabe es tres veces superior.

Es por esas razones que el diputado advierte que, frente a lo que cree parte de la comunidad internacional, es posible que Israel sea un estado democrático para los ciudadanos judios, pero actúa como una dictadura contra la población árabe palestina, contra la que ha dictado hasta 36 leyes que les cercenan sus derechos. Este paquete de medidas, explica, va dentro de la llamada “Ley de nacionalidad” que define a Israel como un Estado judío, en el que ellos se proclaman dueños históricos de aquella tierra, convirtiendo a los palestinos en ciudadanos de segunda en su propio país.

Las relaciones entre los árabes que viven en Israel y quienes lo hacen en la Autoridad Nacional Palestina –que legalmente es territorio israelí, pero funciona como una especie de autonomía tutelada- es complicada. El diputado señala que “son nuestros hermanos, es nuestra sangre, son parte de nosotros”, hasta el punto de que muchos familiares suyos viven allí, pero por ejemplo, además de un extenso muro como el que en su momento hicieron los alemanes del Este, el gobierno israelí tiene prohibidas las relaciones de los árabes con Gaza, a la que define como “una gran prisión”. Detalla además que las condiciones de vida son muy difíciles en la ANP.

Esa vida se ha vuelto aún más dura desde que organizaciones terroristas como Al Qaeda o DAESH comenzaron a atentar en nombre del Islam. Las restricciones para los árabes dentro de Israel y su comunicación con la ANP se han incrementado enormemente, y eso ha supuesto un problema más en su día a día.

Por otro lado, opina que en Occidente ha suficiente conocimiento para entender que la lucha política por los derechos palestinos no tienen nada que ver con el terrorismo islamista. Añade por su parte que estas organizaciones terroristas tienen detrás a Estados Unidos como gran impulsor.

Se ha mostrado favorable a la decisión de la UE de etiquetar de modo específico los productos producidos en los territorios ocupados, al tiempo que ve positivo el boicot económico al Estado de Israel como medida de presión para que reconozca a los palestinos como ciudadanos con plenos derechos.

Precisamente, Kamel Rayan apunta la conexión entre EEUU con el Estado de Israel como un elemento perjudicial para los palestinos, mientras que considera que tanto la Unión Europea como España tienen una actitud más próximas a los intereses árabes, detacando que “no nos une la geografía, pero sí la humanidad”.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios