En los últimos años, la utilidad médica de la planta de cannabis ha trascendido los usos medicinales que desde hace décadas nos son conocidos. Hasta hace poco, el cannabis ha constituido principalmente un remedio contra el dolor y el malestar derivados de ciertas enfermedades o de tratamientos como la quimioterapia.
Sin embargo, recientemente han surgido investigaciones que le otorgan a los principios activos del cannabis numerosas propiedades de gran beneficio para nuestra piel y para nuestra salud general. Numerosos estudios realizados por personalidades y organizaciones científicas defienden sus posibilidades como una nueva alternativa a algunos tratamientos médicos convencionales. En consecuencia, esto ha hecho que ya sean muchas las farmacéuticas que lo incorporan en sus productos.
En cuanto a su utilización en cosmética, los productos cuya fórmula incorpora cannabis excluyen su elemento psicoactivo, el THC o tetrahydrocannabinol. En su lugar, toman como principio activo el cannabidiol, también conocido como CBD, un elemento que cuenta con numerosas aplicaciones médicas y que ya fue aislado en 1940 por primera vez.
Los beneficios del cannabidiol sobre la salud
No solo en cosmética tiene múltiples usos el cannabidiol, sino que sus ventajas sobre la salud se extienden a muchos ámbitos. En el mercado lo podemos encontrar principalmente en forma de aceite CBD, y por sí mismo constituye una alternativa natural a los analgésicos y a los antiinflamatorios clásicos, ayudando a combatir el dolor y la inflamación. Contribuye también a la prevención de los accidentes cardiovasculares, puesto que su acción reduce la presión arterial, y además se estudian sus usos en enfermedades como la epilepsia o la esclerosis múltiple.
En las enfermedades mentales también tiene un papel destacado: una investigación realizada en la Universidad de São Paulo en 2017 confirmó que el CBD ayuda a la disminución de la ansiedad. Y es que este principio activo tiene un efecto calmante que trae como consecuencia una mejora notable en trastornos como la ansiedad, la depresión, el estrés y el insomnio. Así pues, se conforma como una solución que, de manera natural y con mínimos efectos secundarios, puede complementar o sustituir a las terapias farmacológicas típicas indicadas para este tipo de problemas.
El CBD en cosmética
Las aplicaciones en cosmética del cannabidiol se deben fundamentalmente a sus propiedades hidratantes y antioxidantes, gracias al alto contenido que tiene en omega-3, omega-6 y vitamina E. De los productos formulados a partir del cannabis se pueden beneficiar pieles apagadas, secas o con irritación. El uso tópico del cannabis, en forma de producto cosmético como una crema o una loción, contribuyen a prevenir y a mejorar el envejecimiento de la piel, otorgando al rostro luminosidad e hidratación. Además, el potente efecto antiinflamatorio del CBD que comentábamos anteriormente hace idóneo su uso para pieles con acné, ya que a pesar de ser muy emoliente no resulta graso.
Sin embargo, estos no son todos sus beneficios. Los principios activos de esta planta se utilizan a su vez en productos destinados a estimular el crecimiento del cabello y a reducir su caída, a la reparación de las uñas y la fibra capilar, así como a la mejora de la circulación y del dolor producido por varices.