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1M: Gerontocidio obrero impune

viernes 01 de mayo de 2020, 11:45h

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"Si hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y respeto a los ancianos".

José Martí



Más de veinte mil ancianos muertos por Coronavirus o por síntomas asociados, la mayoría en las 'residencias' del Horror. Los desgraciados allí llegaron a malvivir con los cadáveres. Toda una vida trabajando, muchas veces en condiciones infrahumanas, para que esos 'sindicalistas' subvencionados por el Estado finjan que ese gerontocidio no es de su incumbencia. Lo mismo que el destino atroz de las masas desproletarizadas que ya ni se registran en la oficina del paro. La propaganda ya ha camuflado el crimen de lesa humanidad entre el maremágnum de noticias, como una más. Delante de la tele, al escuchar a los radiofonistas de la pomada o al leer a los divos del 'periodismo', la programación obstruye en las fosas nasales el olor a putrefacción y desinfectante.


A ese Espanto inhumano se unen las carcajadas de hiena de los beneficiados de la Obra. Su fortuna se levanta sobre la sangre de jubilados masacrados, exoperarios descartables por el sistema semiprivatizado. Ocultan no pocos de sus gestores sus caudales en SICAVs y Guaridas Fiscales, gracias a los partidos y neosindicatos verticales del Régimen que miran para otro lado. El cuarto jinete del apocalipsis, la Peste, enarbola una bandera rojigualda, sin importarle gruñir la barata demagogia del populismo obrerista, germen del clerical-fascismo.


No sabíamos nada, afirman muchos, lo mismo que los nazis numerarios sostenían hace setenta y cinco años acerca de los Campos de Exterminio. Aunque hace demasiados años los agónicos gritos de ayuda imploraran auxilio en vano desde vetustas gargantas. De aquella desidia in vigilando a las morgues colmatadas, a los hornos crematorios en Madrid que no han dado abasto, a los camiones repletos de difuntos que han convertido en cenizas su macabra mercancía en las incineradoras de Córdoba. ¿Y los representantes sindicales, no se apercibieron de lo que ocurría en los geriátricos 'concertados' del Terror? No, estaban muy ocupados en llevarse su tajada de los EREs, en traicionar a los trabajadores vendiéndose a la patronal, en preparar en Andalucía su juicio por un desvío de fondos de millones de euros... ¿Cómo iban a concentrarse en los 'elementos no biológicamente útiles', en los desechables?


¿Y la oposición, dónde se metió...? Se dedicaban a incordiar por Venezuela, cumpliendo la agenda romano-imperialista del Tío Sam y de la Araña Negra inciensada. Comodín caribeño marcado que todo lo encubre, sin cesar los 'patriotas' de engrosar las insaciables arcas del Estado extranjero vaticano. O en el fraudulento juego del turnismo bipartidista los otros se afanaban en imponernos la agenda del anticonstitucional supremacismo hembrista, hasta con derecho penal de autor. ¿Es que no han sacrificado en infame holocausto a ancianas con las manos deformadas y lesiones vertebrales por empleos extenuantes de sol a sol durante décadas? Sí, pero ciertas 'lideresas feministas' estaban muy atareadas para endilgarnos un vocabulario políticamente correcto 'de género'. No para que esas funcionarias en excedencia politicastras velaran por la dignidad de los últimos años de las infelices abuelillas... ¿Iban a restar las pijas de florido verbo las horas dedicadas a sus boutiques predilectas, a su manicura y a su estilista del cabello, por el aburrimiento de acompañar en el geriátrico a viejas chochas meonas? Ojalá no os salga gratis, desaprensivas mercenarias...


Un hedor a carne humana podrida y calcinada recorre las avenidas, las calles, los barrios, los pueblos, los ayuntamientos, las diputaciones, los ministerios, el interior de todos los edificios oficiales, las grandes superficies comerciales, los hoteles, los restaurantes, el súper, las redacciones, los departamentos, las sedes, los despachos, las sucursales, las asambleas, los negociados, las redes sociales, los cuarteles, los seminarios... La Parca voraz afila su Guadaña para recoger su mayor cosecha en el otoño, durante la 'nueva normalidad', como en sus buenos tiempos de la Gripe Española. Mientras, un gordo 'sindicalista' orgánico planifica sus vacaciones, masajes, spa y mariscadas en un balneario exclusivo junto a Auschwitz.

Al Hakam Morilla Rodríguez

Coordinador Nacional de Liberación Andaluza

Colectivo para la memoria y la identidad de Andalucía