En noviembre de 2007, el entonces presidente socialista de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, anunció en Almería la creación de un nuevo hospital materno-infantil en nuestra ciudad. El anuncio se realizó al estilo compdre: sin proyecto, sin planos y con una maqueta de cartón. Estábamos en campaña y todo valía. Después el PSOE almeriense lo adornó calificándolo como "hotel para madres", con un plazo de ejecución de 36 meses.
Esta mañana de noviembre de 2020, 156 meses después de eso, otro presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, inaugura oficialmente esta importante infraestructura sanitaria. Los almerienses hemos necesitado trece años para ver cumplida una promesa política. ¿Y saben qué? Pues que nos lo tenemos merecido. No hay ejercicio más seguro para un político que tirarse el moco en Almería, la tierra donde las promesas electorales valen nada y cuestan mucho. Trece años de retraso para tener un hospital dice mucho de los que mienten, pero todavía dice más de los que tragan. De los que asumen. De los que no protestan por miedo a que desde los despachos del poder se les tilde de insurrectos o, mejor utilizar la expresión que emplea el PSOE para los que no engullen, con-fron-ta-do-res.
Pues bien, aquí está ya el hospital. No vivimos tiempos propicios para la lírica triunfalista, y no parece que desde el actual gobierno andaluz se quiera hacer mucha fiesta y mucho ditirambo al respecto. Pero prepárense al retumbar de los golpes de pecho que vendrá del PSOE reivindicando la gloria de la autoría de este éxito. Ellas y ellos son así, qué le vamos a hacer.
Pero por favor, recuerden este dato mientras les escuchan vanagloriarse: prometieron el hospital en 2007 y en 2018, cuando perdieron el poder en la Junta... aún no habían sido capaces de terminarlo. Once años de brillante y eficaz gestión por la que ahora reclamarán el aplauso del personal.
¿Un éxito lo del materno? La madre que los parió.
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