Las críticas de todos los grupos al PP coincidieron en la falta de limpieza, la poca transparencia, el abandono de los barrios, y el incumplimiento de acuerdos
Los plenos presenciales vuelven al Ayuntamiento de Almería después de nueve meses, y lo ha hecho con dos plenos consecutivos, en el que el segundo aborda el Estado de la Ciudad.
El primero en tomar la palabra en esta sesión ha sido el alcalde, Ramón Fernández Pacheco, quien ha sentado como premisa inicial que sería absurdo afirmar que todo se ha hecho bien, pero lo mismo pintar una ciudad desastrosa.
Después de casi tras horas y media de pleno, quedó en evidencia que "debate" sobre el Estado de la Ciudad no hubo, ya que todos los grupos se limitaron a leer los discursos que llevaban escritos, tanto para la primera ronda de intervenciones -donde sería comprensible- como en la segunda, en la que para ser un "debate" deberían haber confrontado.
Mientras el alcalde insistía en dar una imagen positiva de Almería, de ciudad que se está modernizando, que tiene proyectos en marcha que al fin están pudiendo ver la luz, solo contaba con cierta comprensión del concejal no adscrito Joaquín Pérez de la Blanca, aunque al ser el primero en intervenir ya puso sobre la mesa las quejas en las que incidiría luego Juan Francisco Rojas (Vox), Carmen Mateos (Podemos), Miguel Cazorla (Ciudadanos) y Adriana Valverde (PSOE).
Las críticas de la oposición coincidieron en la falta de limpieza, la escasa transparencia, el abandono de muchos barrios y el incumplimiento de acuerdos logrados fruto de mociones aprobadas.
Desde el PP, María Vázquez, que lógicamente advertía por donde vendría la oposición, trató estos asuntos en sus intervenciones, para poner en valor que se hacen limpiezas en profundidad todas las semanas en en los barrios, que se responden las preguntas hechas en el Portal de la Transparencia, y no es cierto que los barrios estén abandonados porque se trabaja en todos ellos.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)