El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha vuelto a decir en FITUR lo mismo que viene diciendo en los últimos ocho o diez meses, y es que le gustaría agotar la legislatura a pesar del empeño de Vox en boicotear su final, haciéndole el juego al cambio de estrategia del PSOE de Juan Espadas.
Pero ahora ha añadido una clave, y es que ha puesto fecha a su decisión. Ha recordado que en febrero –tras mes y medio de vacaciones de Navidad que han tenido sus señorías… ahí es nada- se inicia el periodo de sesiones, y según comience, verá qué hace. El propio presidente llegó a hablar el año pasado de que las votaciones podrían ser en junio u octubre de este año, siempre según lo que pasara con Vox y los presupuestos; la diferencia de entonces a estas nuevas declaraciones es que ya sabemos qué ha hecho la ultraderecha, y también que él mismo ha puesto fecha a su decisión. Es jugar a adivinos, pero con lo que nos gustan las fechas históricas, no sería de extrañar que firmara el decreto de disolución del Parlamento el 1 de marzo, después de celebrar el Día de Andalucía el lunes 28 de Febrero.
Pero hay otro dato más que confirma las intenciones, y es que Ciudadanos ha comenzado a moverse para marcar, más si cabe, su perfil en el Gobierno. Si es verdad que no ha habido desavenencias en la coalición y por tanto no tienen por qué acabar echándose los trastos a la cabeza. También es cierto que, como es lógico, los suyos siempre han querido resaltar aquellas decisiones que firman sus consejeros, pero es ahora cuando los medios de comunicación comenzamos a recibir las notas informativas de la Junta de Andalucía con titulares del tipo “la Consejería de Juan Marín”, se trate de turismo, o se trate de justicia… no es la Junta, no es el nombre de la consejería concreta… es Juan Marín, incluso cuando el tema es local y el político es un delegado, ergo, Juan Marín será candidato en las próximas elecciones autonómicas, y ya sabe que serán pronto, y por eso está iniciando la campaña.
Y si Juan Marín lo sabe… pues es porque Juanma Moreno se lo ha confirmado.
Lo más curioso es que quién más empeño ha puesto en bloquear la acción del Gobierno andaluz en el último año, quien más tiempo lleva pidiendo un adelanto electoral, que no es otro que Vox, a estas alturas no haya movido ficha interna para elegir a su candidato, que todos sabemos que será candidata, pero que conscientes de que este momento tenía que llegar, sorprende que no iniciaran un proceso de primarias… y es que les da igual que todo el mundo sepa lo que piensan de la democracia interna de la que supuestamente se han dotado, que las decisiones se toman más allá de Despeñaperros… como toda la vida, como Dios manda.
Algo parecido sucede con la izquierda del PSOE, que están a garrotazo limpio desde hace un año y pico, pero que ante la inminencia electoral buscan cómo juntarse de nuevo, cómo tragarse los sapos y culebras que han dicho los unos de los otros, cómo olvidar las trampas de los otros a los unos.
Esta división favorecerá a los socialistas, que serán el principal referente de la izquierda, pero sobre todo, favorecerá a Pedro Sánchez, desde el momento en que Moreno Bonilla necesitara meter a Vox en el Gobierno… Sánchez atraería a votantes de Ciudadanos que no quieren a un PP atado a Vox, y también a las izquierdas diversas de toda España, convencidos de que el PSOE sería su voto útil frente a un Gobierno Pablo Casado-Santiago Abascal. Ese se aderezaría con el argumento de que un PSOE fuerte no tendría que volver a pactar con ERC o Bildu.
¿Las propuestas para los andaluces? ¿Acaso importan?