El Museo de Almería exhibe en marzo como ‘Pieza del Mes’ un traje tradicional de la provincia de Almería. En concreto, la pieza elegida es una vestimenta que pertenece a la colección de trajes tradicionales, “el traje típico por excelencia en nuestra provincia llamado refajona”, ha explicado la delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, Eloísa Cabrera, durante la presentación esta mañana de la pieza.
Este traje tradicional de ‘la refajona’ debe su nombre a la falda de colores vistosos de tejido de paño que visten las mujeres, conocida popularmente como refajo. Además, combina varios elementos, entre ellos la camisa, las enaguas, el pañuelo sobre los hombros y cruzado sobre el pecho y por último, el mandil, que actúa como el broche de oro del traje.
¿Almeriense?
En los últimos se ha extendido de la idea de que el traje de "refajona" es el típico almeriense, pero lo cierto es que no es así. Este traje, donde se ha encontrado tradicionalmente afianzado es en algunos pueblos del Levante, y ni mucho menos en la totalidad de la provincia, pero durante el Franquismo se potenciaron las vestimentas "regionales" identificándolas con provincias, hasta el extremo de que en algún caso incluso hubieron de ser inventados. En el caso de Andalucía, el llamado traje de flamenca, o de farales, en realidad tiene el mismo origen que el de la refajona, solo que se rediseñó con motivo de la Exposición Universal de Sevilla en 1929 para hacerlo más vistoso. De hecho, la inmensa mayoría de los llamados "trajes regionales" son similares.
La delegada territorial de Cultura ha explicado que, en esta ocasión, el Museo de Almería se suma así a la celebración del Día Mundial de las Enfermedades Poco Frecuentes que tiene lugar el 29 de febrero. “A través de la exhibición de este traje pretendemos visualizar una realidad que viven cerca de 40.000 almerienses, las enfermedades minoritarias, en colaboración con la Fundación Poco Frecuente”.
Esta Fundación es una entidad almeriense que tiene entre sus objetivos visibilizar las enfermedades minoritarias, potenciar el desarrollo de proyectos de investigación en terapia génica y desarrollar proyectos educativos que promuevan el compromiso social con las personas que padecen una de las siete mil patologías reconocidas.
La presidenta de la Fundación Poco Frecuentes, María del Mar García Beltrán, ha dado las gracias a la Junta de Andalucía por ayudarles a visibilizar estas patologías a través de piezas culturales, “como en este caso el traje de la refajona”, una pieza que ha asegurado “también es poco frecuente en el folclore de la provincia”.
El traje de la mujer de Serón
El traje de la refajona, extendido por la Cuenca del Almanzora, Tabernas y Níjar con pequeñas variantes, consiste en el caso de Serón en un refajo o falda plisada y cerrada, confeccionada en bayeta de lana de color amarillo-naranja y seis varas de vuelo, rematada en el filo inferior con un encaje color blanco. El delantal o mandil es de raso negro bordado con encaje del mismo color en pasamanerías. La blusa o chaquetilla está hecha de terciopelo negro, con bocamangas bordadas que llevan al filo y hasta el codo puntilla blanca y negra, así como al filo del escote.
Sujeto al talle lleva un mantoncito de manila muy bordado de distintos colores. En la cadera derecha se solía colocar un pañuelo de encaje blanco, y bien detrás o a la cadera izquierda una gran lazada cuyas cintas llegaban al filo de la falda. El traje se complementaba con pendientes de oro largos y collares de azabache, un moño de pleita en la parte posterior, o dos moños tipo rodetes sobre las orejas, adornados con muchas flores y peinetas. Se trataba de un traje destinado a las labradoras ricas, para lucir en las fiestas y asistir a misa.
La delegada de Cultura ha explicado que el traje de Serón, junto con casi toda la indumentaria que pertenece a la colección de trajes del Museo de Almería, fue donada al Museo por la "Asociación de Coros y Danzas Provincial de Almería" a instancias del entonces director de la institución, Ángel Pérez Casas, quién aconsejó que lo hicieran junto al conjunto de la documentación que las acompañaba. Gracias a ello, el Museo cuenta con una colección de dibujos originales de los trajes, las fichas realizadas por las cátedras ambulantes y el resto de documentación etnográfica aparejada a los mismos, “una fuente documental de gran interés a la hora del estudio del traje regional español, muy poco conocida”, ha destacado Eloísa Cabrera.
El resurgir del traje tradicional y el patrimonio inmaterial
Con la incorporación del traje de flamenca a finales de la década de los setenta y los ochenta, el traje tradicional almeriense quedó relegado. No será hasta los primeros años de la década de los noventa que se recupere el traje de la refajona de Almería. Prueba de este resurgir del traje típico fue la exposición de trajes tradicionales de las ocho provincias andaluzas llevada a cabo en el Patio de Luces de la Diputación de Almería con motivo del III Congreso de Folclore Andaluz celebrado en Almería en 1990, para cuya ocasión se exhibió el traje de la mujer de Serón.