El buen mantenimiento y atención de todos y cada uno de los barrios de nuestra ciudad no solo es una prioridad en la agenda del gobierno municipal, es una realidad que se plasma a diario con pequeñas actuaciones, como la atención a las necesidades que surgen sobre la vía pública, pero también con inversiones que, en forma de proyecto, se plasman en los presupuestos para su ejecución a lo largo de la Corporación.
Un ejemplo de ello lo encontraremos en breve en la calle Blas Infante, en Nueva Andalucía, unas obras que acaban de ser adjudicadas y que suponen la continuación de la remodelación integral iniciada en este barrio. Actuaciones similares se repiten y reparten a lo largo y ancho de toda la ciudad. Unas ya iniciadas. Y otras, inminentes, proyectadas y presupuestadas, esperan el pistoletazo de salida.
Y es que 2022 va a ser un año de obras, alcanzando prácticamente a todos los barrios. Las más relevantes, concentradas en nuestro Casco Histórico, erigido en protagonista de la transformación de una ciudad que mira el futuro sin descuidar su pasado. El entorno de la Alcazaba, San Cristóbal, la Casa Consistorial y el ámbito del Hospital Provincial inician un recorrido de pico y pala continuado hacia las calles Cruces o Marcos, extendido al Barrio Alto – con estreno de su esperada nueva urbanización - y al frente litoral.
Iniciarán sus obras los proyectos para El Zapillo, en el objetivo de mejorar su permeabilidad urbana, su movilidad y accesibilidad, mientras la ciudad sigue abriendo su frente al mar con la recuperación paisajística del Delta del Andarax.
Verán comenzadas también sus demandadas obras de urbanización los vecinos de Los Molinos, hoy también de enhorabuena por la reciente inauguración de su nuevo centro de la mujer; también en La Goleta donde, proyectado su parque infantil, esperan la inminente apertura del nuevo espacio inclusivo ALMA. A Levante se extienden también obras: en El Alquián, en el entorno del Parque de los Pinos o en la Plaza de la iglesia, y en la Almadraba, donde estrenarán urbanización y plaza.
Mención aparte merece la segunda fase del soterramiento. El Ayuntamiento tiene el dinero para hacer frente a su aportación, ahora falta que Adif, o sea el Gobierno, se pronuncie. Y ya van tarde.