En la segunda sesión del juicio contra los futbolistas Santi Mina (Celta) y David Goldar (Ibiza) por la presunta agresión sexual a una joven en una furgoneta en Mojácar, y qeu se está desarrollando en la Audiencia Provincial de Almería, ha declarado el detective que ambos contrataron para conocer cuál era el comportamiento de la víctima tras aquellos hechos, para ver si llevaba una vida "normal".
Los jugadores, que declararon el primer día a puerta cerrada, aseguraron entocnes que las relaciones fueron consentidas. Santi Mina, para quien la Fiscalía interesa una pena de ocho años de prisión por los nueve años y seis meses que solicita la acusación particular, fue el primero en ser interrogatorio por las partes, si bien rehusó responder a las preguntas formuladas por el abogado de la denunciante. Contra el otro jugador la Fiscalía no presenta acusación, pero sí la acusación particular.
Este miércoles se ha podido escuchar a los guardias civiles que atendieron a la víctima en los primeros momentos, y confirmaron que ella apuntó directamente a Mina sin titubeos desde el principio.
Pero quizá lo más llamativo ha sido descubrir que los jugadores contrataron un detective para que hiciese un informe sobre el comportamiento de la chica, para saber que clase de vida llevaba. Como el relato de este testigo señalaba una vida que podría calificarse de normal, en el sentido de que salía a tomar copas, al cine y demás, la abogada de Mina fue un paso más allá y se interesó por el tipo de ropa que llevaba por si era provocativa, al extremo de afinar sobre si era "ajustada" o si vestía "falda".
Los forenses que han declarado han afirmado que la víctima presentaba lesiones “compatibles” con el relato, y secuelas como “ansiedad”, “tristeza cronificada” y “nervios”.