La oxidación del vino hace que su calidad se vea afectada; y sin importar si el vino es blanco, rosado, tinto, o espumoso, al oxidarse puede perder esas características que lo hacen tan especial. Aunque tiendas como vinotecashop.es te asesoran en cómo conservarlo, en esta oportunidad aprenderás por qué eso pasa y cómo evitarlo.
Quizás en algún momento has destapado una botella de vino para una ocasión especial, y notas que no tiene un buen aroma, pues esto puede ser producto de su oxidación.
Hay que recordar que una vez una botella de vino se abre, su líquido de inmediato responderá a su exposición al oxígeno. El vino químicamente también tiene sus complejidades, por lo que su sabor, olor y apariencia, cambian desde el descorche.
No en vano hay profesionales del vino que estudian técnicas para almacenarlos, y obviamente, también para evitar la oxidación. Esto sobre todo en verano, ya que es una temporada que tiene una incidencia directa en la temperatura de los vinos.
Estos profesionales son llamados enólogos. Son ellos quienes se encargan de analizar los procedimientos de cultivo en los viñedos, el sistema de elaboración y el almacenaje adecuado del vino.
Los enólogos han comenzado a involucrarse también en la responsabilidad operativa de las bodegas, de las medidas sanitarias, entre otros procesos, para evitar la oxidación del vino.
¿Por qué ocurre la oxidación del vino?
La ciencia ha comprobado que prácticamente todo puede oxidarse desde un punto de vista químico. Es un proceso natural del vino, que es posible ralentizar al almacenarlos en una vinoteca siemens, por ejemplo; con el propósito de mantenerlo en un lugar fresco.
La oxidación del vino depende directamente del oxígeno, ya que provoca una serie de reacciones químicas que conllevan a la formación de algunos compuestos y otros sean modificados.
Es justo la manipulación del vino desde su elaboración y durante su crianza, el factor más importante que incide en su oxidación. Al mover y exponer el vino ante el oxígeno, este penetra el líquido disolviéndose, e incrementando las posibilidades de oxidación.
Generalmente es en el proceso de trasiego, llenado, centrifugado y embotellado, en donde hay un riesgo alto de que esto suceda, si no se lleva el debido control durante estos sistemas.
Consejos para evitar que tu vino no se oxide en verano
Es importante saber que las reacciones químicas generadas por la oxidación en el vino no se pueden revertir. Una vez que haya tenido efecto en el líquido, este no volverá a su estado natural, ni siquiera usando antioxidantes.
La única manera de garantizar la calidad del vino es previniendo la oxidación, sobre todo en verano. Por esta razón, te daremos algunos consejos para evitarlo.
Mantén las botellas tapadas
Que las botellas se mantengan cerradas reduce que el oxígeno circule en el líquido, de esta manera, se frena el proceso de oxidación. Para esto, puedes usar el mismo tapón de la botella, inmediatamente después de haber servido el vino.
Siempre es recomendable revisar si el corcho original está roto, para entonces usar un tapón acorde que pueda cerrar la botella herméticamente.
Organiza las botellas verticalmente
Es bien sabido, que la manera correcta de almacenar y conservar las botellas de vinos es colocándolas de manera horizontal; sin embargo, este método se aplica para las botellas que aún no han sido abiertas.
En el caso de que las botellas ya se hayan abierto para servir, se recomienda conservarlas de manera vertical. Al dejar la botella tumbada, hay más probabilidades de que aumente la actividad bacteriana.
Mantener el vino refrigerado
Si hay algo que acelera la oxidación en el vino en verano es la temperatura. Entre mayor temperatura, mayor riesgo de oxidación existe.
Por esta razón, lo más conveniente es guardar la botella en una nevera o vinoteca de refrigeración, si el plan no es beber la botella completa.
El frío reduce la aceleración de oxidación, pero no necesariamente la evitará, por lo que aun cuando el vino esté conservado en frío, si lleva una semana abierto dentro de la nevera, probablemente ya esté oxidado.
Evitar exponer el vino al sol
Una manera de evitar la oxidación del vino en verano es mantenerlo alejado de la luz del sol. Independientemente de que el vino se encuentre en un recipiente, es importante que la botella no tenga contacto directo con la luz solar.
Durante el verano, es posible que entren los rayos solares a tu hogar, o a tu bodega; así que probablemente debas cambiar las botellas de lugar. Los rayos solares pueden acelerar todas las reacciones químicas del vino, incluyendo la oxidación.
No almacenar los vinos en la cocina
El área de la cocina generalmente siempre es muy calurosa, sobre todo cuando están encendidos los electrodomésticos. El horno por ejemplo, y las hornillas, generan mucho calor mientras cocinas, por lo que no es recomendable mantener las botellas en ese espacio durante el verano.
Si tu vinoteca se encuentra en la cocina, durante la temporada de verano necesitarás cambiarla de lugar a uno más fresco.
Como verás, factores como el oxígeno y la temperatura inciden directamente en la oxidación del vino en verano, por lo que siguiendo estos consejos será posible frenar este proceso.