Níjar es nuevamente punto de partida de la Women Cycling Pro Costa de Almería, porque Níjar es un territorio en el que la visualización de la mujer es, sencillamente, parte de nuestra historia. Y aunque muchas de las corredoras que participarán en la prueba no lo sabrán, pedalearán por unas tierras desde las que se conformó el germen de lo que hoy son derechos de la mujer, desde el voto en unas elecciones a la igualdad de género.
Cada pedalada de estas deportistas es una reafirmación de que las aventuras y desventuras de una nijareña de pro como Carmen de Burgos, Colombine, valieron la pena, porque ese esfuerzo de superación que mostrarán las corredoras será una demostración de que aquella lucha era necesaria.
Algo tan elemental para todos nosotros en nuestro tiempo como una prueba deportiva femenina es, sencillamente un logro, un fruto de aquella siembra que Carmen de Burgos hizo desde muy pequeña en los campos de Níjar hasta llegar a ser la primera mujer española que trabajó como corresponsal de guerra (Melilla 1909), además de atesorar a lo largo de su carrera una vasta obra literaria que algunos intentaron sepultar en el olvido años más tarde, y que hoy hemos conseguido recuperar.
Y siguiendo ese ejemplo de constancia, de superación, de visualización de la mujer y de que nadie pueda nunca sepultar ninguno de nuestros logros por una cuestión de género, Níjar está en esta prueba por segundo año, y lo estará en el futuro, porque es importante, porque significa mucho más que una carrera, porque es parte de un recorrido que entre todas y todos tenemos que construir y que otras ya iniciaron antaño.
Animo a cada una de estas corredoras a entender que no sólo corren por su amor al deporte, sino que también lo hacen en nombre de cada una de nosotras. Que nuestro aliento les acompañará de principio a fin no sólo de esta prueba, sino de toda su carrera, porque son la visualización no ya de un sí se puede, sino del nosotras también tenemos el mismo derecho.
A todas estas heroínas que tomarán la salida desde Níjar, a ese espejo en el que las niñas se miran como metas a las que llegar, les deseo un feliz paso por esta tierra, Níjar, donde los caminos por los que rodarán están hechos de historias de superación, de lucha por la igualdad, y de logros que hoy las convierten a ellas en protagonistas por derecho propio.