La política española se encuentra en un momento crucial, con las elecciones del 28-M a la vuelta de la esquina y el Congreso trabajando a contrarreloj para aprobar leyes progresistas que puedan ser presentadas ante el electorado. En este contexto, tanto el PSOE como Podemos están intentando salvar su última ley en coalición: la Ley de Vivienda.
Esta ley lleva estancada desde el inicio de la legislatura, pero ahora se ha convertido en una prioridad para ambas formaciones políticas. La situación es delicada, ya que la Ley Mordaza naufragó por la cerrazón de los socios de investidura y la del "sólo sí es sí" va camino de dinamitar los pocos puentes que quedan tendidos entre PSOE y Unidas Podemos.
El objetivo principal de esta ley es garantizar el derecho a una vivienda digna y asequible para todas las personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad. Para ello, se propone una serie de medidas como la regulación del precio del alquiler, la promoción de vivienda social y la lucha contra los desahucios.
Sin embargo, hay diferencias importantes entre PSOE y Podemos en cuanto a cómo abordar esta ley. El PSOE apuesta por medidas más moderadas, mientras que Podemos defiende una mayor intervención del Estado en el mercado inmobiliario.
En cualquier caso, es importante que ambas formaciones políticas logren llegar a un acuerdo y sacar adelante esta ley lo antes posible. La situación de emergencia habitacional en España es cada vez más acuciante y es necesario tomar medidas urgentes para garantizar el derecho a una vivienda digna para todas las personas.