La presidenta del PP en Extremadura, María Guardiola, ha suavizado su discurso sobre la posibilidad de pactar con Vox para gobernar la región tras las elecciones del 23-J. En una carta dirigida a sus cargos, Guardiola ha reconocido que comparte con el partido de Santiago Abascal "la prioridad de pasar página a las políticas socialistas" que han gobernado Extremadura durante 40 años.
La líder popular ha dado así un paso atrás respecto a su posición inicial, en la que descartaba cualquier acuerdo con Vox por considerarlo "incompatible" con los valores del PP. Guardiola había recibido presiones desde Génova para que no cerrara la puerta a Vox, ya que el PP necesita su apoyo para arrebatarle el gobierno al PSOE, que ganó las elecciones autonómicas de 2023 por un estrecho margen.
Según fuentes del PP, Guardiola desconvocó las reuniones del comité ejecutivo y de la junta directiva del PP extremeño previstas para este lunes a instancias del PP nacional, que temía "un nuevo incendio por las filtraciones". El presidente del PP, Alberto Feijóo, ha instado a Guardiola a lograr un pacto con Vox en Extremadura: "Sería una gran pérdida no conseguirlo", ha dicho.
Por su parte, Vox ha mostrado su disposición a negociar con el PP, pero ha exigido que se aclare "con cuál de los 17 PP negocia", en alusión a las diferentes posturas de los barones populares sobre los pactos con la formación verde. Vox ha reclamado también al PP que reconozca su papel como "socio preferente" y que le ofrezca la presidencia de la Asamblea de Extremadura, según ha revelado laSexta¹.
Mientras tanto, el PSOE ha criticado la "incoherencia" y el "oportunismo" del PP por buscar el apoyo de Vox, al que ha calificado de "extrema derecha". El secretario general del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha defendido su gestión al frente del gobierno regional y ha advertido de que un pacto entre el PP y Vox supondría un "retroceso" para Extremadura. El PSOE cuenta con el respaldo de Podemos y Ciudadanos para revalidar su mandato.
Extremadura es una de las seis regiones donde el PP y Vox podrían formar gobierno tras las elecciones del 23-J, junto con Andalucía, Castilla y León, Madrid, Murcia y La Rioja. En todas ellas, la suma de los escaños de ambos partidos supera a la del PSOE, que fue el más votado. Sin embargo, las negociaciones entre el PP y Vox se presentan complejas por las diferencias programáticas y las exigencias de Vox en materia de inmigración, educación o violencia de género.