Andalucía es una de las comunidades autónomas que mejor ha sabido gestionar su deuda pública en los últimos años, según los datos del Banco de España. Su ratio de deuda sobre el PIB se sitúa en el 20,2%, tres puntos por debajo de la media nacional y muy lejos de otras regiones como Cataluña o la Comunidad Valenciana, que superan el 30% y el 40%, respectivamente.
Esta buena gestión de la deuda no es fruto de la casualidad, sino del compromiso del gobierno andaluz con la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera. La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha destacado que tener la deuda pública bajo control permite disponer de más recursos para destinar a los servicios públicos esenciales, como la sanidad, la educación o la dependencia.
Andalucía ha demostrado que se puede crecer económicamente sin comprometer las cuentas públicas ni el bienestar social. Su modelo económico se basa en la diversificación, la innovación y la internacionalización, aprovechando las oportunidades que ofrecen los fondos europeos y el mercado único. Andalucía es una comunidad abierta al mundo, que atrae inversiones y genera empleo.
Andalucía es, en definitiva, un ejemplo de gestión económica responsable, que combina el rigor financiero con el desarrollo social. Una comunidad que mira al futuro con optimismo y confianza, sin renunciar a su identidad y a su autonomía. Una comunidad que merece el reconocimiento de todos los españoles.
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