En medio de una semana crítica marcada por el parón de selecciones, el Almería se prepara para enfrentarse al Barbastro Aragonés, su segundo rival en el torneo y una oportunidad crucial para obtener su primer triunfo de la temporada. Con 17 jugadores disponibles, Garitano lidera los entrenamientos, enfrentándose a la presión de una racha negativa que persiste desde la llegada del nuevo entrenador.
El Barbastro Aragonés, aunque distante en el tiempo y con problemas propios en la liga, se presenta como un desafío determinante para el Almería. La semana de entrenamientos ha sido intensa, destacando la necesidad de cohesionar al equipo y encontrar la fórmula para sumar los primeros puntos bajo la dirección de Garitano.
Con la mirada puesta en el horizonte, el Almería se enfrentará a una nueva final ante el Celta de Bordalás después de este enfrentamiento. Se agota el tiempo de excusas y la afición, que comienza a resignarse, anhela un golpe de efecto que devuelva la ilusión a los rojiblancos. La falta de puntos hasta el momento crea una inminente necesidad de victoria antes de la llegada del mercado de invierno.
A medida que pasan las semanas sin sumar puntos con el nuevo entrenador, la presión aumenta y la urgencia de un cambio se hace evidente. El Almería se encuentra en un momento crucial, donde cada partido se convierte en una oportunidad para romper la racha negativa y recobrar la confianza perdida. La esperanza de la afición se centra en que este enfrentamiento contra el Barbastro Aragonés marque el inicio de una nueva etapa positiva para el equipo.