Nos acercamos vertiginosamente al final del año 2023, y el Paseo de Almería sigue siendo el exponente del no saber qué se es. El Paseo de Almería no es peatonal -algunos creemos que ni falta que hace- pero tampoco tiene un tráfico fluido desde que le arrebataron uno de sus dos carriles ¿para qué? Pues ese es el problema, que no se sabe para qué ni se le ha dado uso alguno.
No parece lógico pensar que si a una vía de dos carriles se le quita uno, la fluidez vaya a ser mayor, y más siendo una arteria principal. Pero al margen de ese "pequeño" detalle, el uso que se ha dado al carril bloqueado ha sido tan absurdo que ya ni se oculta que no sirve para nada después de los parches forzados que se usaron al principio.
¿Se han hecho ya reuniones para darle sentido a ese sinsentido? ¿Con quién? ¿Qué han analizado? ¿Qué idea tienen? Son preguntas que muchos ciudadanos nos hacemos, y que merecen una respuesta por parte de las autoridades competentes.
El Paseo de Almería es una de las zonas más emblemáticas y concurridas de la ciudad, y merece un tratamiento adecuado a su importancia. No se puede dejar en el limbo de la indefinición, ni someterlo a cambios arbitrarios e improvisados que solo generan molestias y confusión.
Es hora de que se tome una decisión clara y consensuada sobre el futuro del Paseo de Almería, que tenga en cuenta las necesidades y preferencias de los vecinos, los comerciantes, los conductores y los peatones. Un año más, el Paseo de Almería sigue esperando una solución.