Poner coto a la expansión de plantas fotovoltáicas en Almería

En el tranquilo campo de Tabernas, la fiebre de construir plantas fotovoltaicas ha desatado las alarmas entre los científicos de la Estación Experimental de Zonas Áridas. A medida que el paisaje se transforma rápidamente con la llegada de estos proyectos, los investigadores han tomado las riendas para comprender y contrarrestar los posibles impactos en la biodiversidad.

Un ambicioso proyecto los ha llevado a asesorar al Ministerio de Transición Ecológica sobre los nuevos desarrollos energéticos en la región. Lo interesante aquí es que estos defensores de la naturaleza no solo estudian el problema, sino que aportan soluciones basadas en una información científica que, según ellos, brilla por su ausencia en las administraciones, ya sean locales o nacionales.

En sus incursiones por el campo, los científicos han recabado datos que ya han surtido efecto en la toma de decisiones. Algunas licencias han sido rechazadas o modificadas, demostrando que la ciencia puede ser una herramienta eficaz para equilibrar el desarrollo y la conservación.

No es solo una cuestión de decir "no" a la energía solar; es más bien un enfoque de reubicación estratégica. Algunos proyectos, en lugar de ser rechazados por completo, han sido trasladados a nuevos lugares, incluso dentro de la misma comarca. Para los científicos, la comarca del campo de Taberna destaca como un área donde el impacto ambiental es mínimo o nulo.

Estos datos reveladores fueron compartidos durante el 17º Maratón Científico de la Estación Experimental de Zonas Áridas, donde la comunidad científica se reunió para discutir los desafíos y logros en la intersección de la energía y la biodiversidad.

Este relato no es solo sobre científicos que estudian el entorno; es sobre guardianes comprometidos con la causa, guiando la transición hacia una energía más limpia sin sacrificar la diversidad natural que hace única a Tabernas.