El gas radón y el tabaco aumentan en 25 veces las posibilidades de enfermar de cáncer de pulmón
En Andalucía, un 8% de la superficie es zona de alto riesgo por el gas radón, según el Consejo de Seguridad Nuclear. En el conjunto de España, ese porcentaje se sitúa en el 17%, casualmente el mismo de personas mayores de 16 años que fuman a diario, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2022 del INE. Tabaco y radón son las dos principales causas de cáncer de pulmón y, si actúan a la vez, para un fumador las posibilidades de enfermar aumenta en 25 veces en comparación con un no fumador, tal como recuerda Propamsa, compañía experta en soluciones innovadoras para una construcción saludable.
Qué es el radón
El radón es un gas radioactivo sin color, sin olor ni sabor. Es un subproducto de la descomposición natural del uranio en el suelo y las rocas. El uranio se encuentra de manera natural en la corteza terrestre, y cuando se descompone, produce radón. Este gas puede moverse a través del suelo y entrar en edificaciones a través de grietas en el suelo, paredes y otras aberturas.
El radón es un elemento químico noble y, por lo tanto, no reacciona fácilmente con otras sustancias químicas. Sin embargo, al ser radioactivo, puede presentar riesgos para la salud cuando se acumula en espacios cerrados en niveles elevados. La inhalación continua de altas concentraciones de radón puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, especialmente en personas que fuman.
Para evaluar los niveles de radón en un entorno interior, se pueden realizar pruebas específicas para medir su concentración. Si se encuentran niveles elevados de radón, existen medidas que se pueden tomar para reducir su concentración y mitigar los riesgos para la salud. Las acciones pueden incluir la mejora de la ventilación, el sellado de grietas y la instalación de sistemas de mitigación de radón. La detección temprana y la mitigación adecuada son importantes para garantizar un ambiente interior seguro.
En Almería se ha detectado este peligro gas en Benizalón, Tahal, Alcudia de Monteagud, Senés, Laroya, Sierro, Velefique, Bacares, Bayarque, Castro de Filabres, Olula de Castro, Gérgal, Vera, Abrucena y Ohanes, que se califican como áreas de acción prioritaria, aunque también se detecta enla comarca del mármol, el Nacimiento y ciertos puntos del Levante.
Por comunidades autónomas, además de Andalucía, hay alto riesgo por radón en Galicia -70%-, Extremadura -47%-, Madrid -36%- y Castilla y León y Canarias, ambas con un 19%. También destaca Cataluña con un 16%.
No obstante, del total de municipios que hay en España, en realidad más de 3.000 tienen una exposición en mayor o menor medida, por lo que están obligados a protegerse contra el gas radón, ya que es responsable del 50% de la radiación que recibe el ser humano a lo largo de su vida.
Desde Propamsa se hace hincapié en que el gas radón está en todos los edificios pero en concentraciones habitualmente bajas. Sin embargo, existen zonas en las que, por su geología, es probable encontrar edificaciones con niveles elevados. Y es que este gas noble, que procede de la desintegración de uranio presente en la corteza terrestre, puede filtrarse por la porosidad del terreno y llegar a penetrar y acumularse en los edificios y espacios interiores procedente del subsuelo.
Un plan contra el radón en marcha
Recientemente se ha aprobado en nuestro país el Plan Nacional contra el Radón, el cual establece las estrategias y actuaciones que las distintas administraciones públicas desarrollarán durante un periodo de cinco años para controlar el riesgo para la salud de la población derivado de la exposición a este gas.
Por su parte, el sector privado ya trabaja en soluciones innovadoras para, de forma eficaz y económica, se pueda implantar la correspondiente protección tanto en obra nueva como en rehabilitación de todo tipo de edificación (viviendas, locales, escuelas, fábricas, edificios públicos, etc.).