La aparente bonanza económica de Almería en 2023, con un aumento de la afiliación a la Seguridad Social y una bajada del paro registrado, esconde una realidad menos halagüeña para el sector empresarial. La provincia ha experimentado una disminución de 2.557 empresas en el último año, lo que representa un retroceso del 10,3% en el tejido empresarial almeriense.El dato, que contrasta con la tendencia nacional (un descenso del 11,05%), llama la atención por su magnitud y por la aparente contradicción con la buena salud económica general.
¿A qué se debe esta paradoja? Los economistas apuntan a dos posibles explicaciones:
1. El cese de actividad de autónomos y su paso al trabajo por cuenta ajena. Esta migración hacia la seguridad laboral asalariada podría estar motivada por la búsqueda de mayor estabilidad económica en un contexto de incertidumbre. Sin embargo, no hay datos concluyentes que confirmen esta hipótesis.
2. La inviabilidad económica de algunas empresas, especialmente en sectores como la construcción, el comercio, el transporte, la hostelería y las actividades profesionales y técnicas. La falta de rentabilidad habría abocado a estas empresas al cierre, lo que supondría una pérdida real de oportunidades laborales en la provincia.
¿Fortaleza o debilidad?
La interpretación de este fenómeno depende de la causa principal del retroceso empresarial. Si se trata de una migración hacia el trabajo asalariado por motivos de seguridad económica, podría interpretarse como un indicador de la fortaleza de la economía almeriense, ya que los trabajadores estarían optando por opciones más estables.
Sin embargo, si la causa principal es la inviabilidad de empresas, estaríamos ante un indicio de debilidad económica, ya que se estaría destruyendo tejido productivo y oportunidades laborales.
Un futuro incierto
Es necesario un análisis más profundo para determinar las causas exactas del retroceso empresarial en Almería. Solo entonces se podrá determinar si este fenómeno es una señal de fortaleza o de debilidad económica, y qué medidas se pueden tomar para mitigar sus efectos negativos.
En cualquier caso, la desaparición de 2.557 empresas en Almería en un solo año es un hecho preocupante que debe ser objeto de atención por parte de las autoridades y agentes económicos de la provincia.