Sí, en el Museo de Almería hay falsificaciones. Están en sus almacenes y perfectamente documentadas, como se indica en un hilo de la red social X consultado por Noticias de Almería.
El Museo de Almería guarda un secreto fascinante: una colección de falsificaciones prehistóricas de Totana, un municipio de la provincia de Murcia. Estas piezas, documentadas por el primer director del museo, Juan Cuadrado, en 1931, narran una historia de engaños y ambición en el auge de la arqueología a finales del siglo XIX y principios del XX.
El origen de las falsificaciones
En Totana, dos personajes conocidos como El Rosao y El Corro idearon un plan para aprovechar el interés por la arqueología. El Rosao, curandero, relojero y vendedor de antigüedades, y El Corro, de oficio desconocido, se unieron a un hábil alfarero local para crear miles de piezas prehistóricas falsas.
Inspirándose en vasijas argáricas
Las falsificaciones se inspiraban en vasijas argáricas originales, imitando su estilo y técnicas. El éxito fue inmediato: miles de piezas se vendieron a anticuarios, particulares e incluso museos de España y Europa.
Ambición desmedida y el fin del negocio
La ambición llevó a los falsificadores a ampliar su negocio, creando esculturas en barro y piedra y trabajando el cobre. Sin embargo, estas nuevas piezas, sin referentes en la arqueología real, despertaron sospechas. Las ventas cayeron y los falsificadores, buscando nuevos mercados, viajaron a otras ciudades, llegando a Orán, Marsella y Barcelona. Finalmente, fueron descubiertos y estuvieron a punto de ser encarcelados.
Un legado histórico en el Museo de Almería
Aunque el negocio se clausuró, algunas de estas "creaciones" aún se conservan en el Museo de Almería. Estas piezas, lejos de ser un estigma, son un recordatorio de este fascinante capítulo de la historia de la arqueología, donde la astucia, la ambición y la falta de conocimiento científico se mezclaron para crear un legado único.
Un museo que apuesta por la transparencia
El Museo de Almería, al mostrar estas falsificaciones, no solo expone un capítulo de la historia, sino que también apuesta por la transparencia y la educación. Es una invitación a reflexionar sobre la importancia del conocimiento científico y la crítica en el estudio del pasado.
Un legado para el futuro
Las falsificaciones prehistóricas de Totana, ahora documentadas y expuestas, son un recordatorio de la importancia de la investigación y la autenticidad en la arqueología. Un legado que nos invita a seguir aprendiendo del pasado, no solo de sus hallazgos auténticos, sino también de sus errores y falsificaciones.
Referencias:
- Cuadrado Ruiz, J. (1931). Las falsificaciones de objetos prehistóricos en Totana (Murcia). Bulletín de la Société Préhistorique Francaise (t. XXVIII, n. 9. Paris).