El hombre de 46 años de edad detenido en Níjar en noviembre del pasado año, ha sido objeto de una investigación exhaustiva que ha revelado una red de contactos radicalizados en varias de sus plataformas de redes sociales, así como conexiones potenciales con miembros directos de la organización terrorista Daesh en zonas de conflicto.
Según los informes de la investigación, el sospechoso utilizaba una aplicación de comunicación alternativa, conocida por su alto nivel de seguridad y privacidad, para realizar envíos masivos de archivos con contenido yihadista, incluyendo una colección titulada 'Cánticos Yihadistas'. Además, se descubrió que poseía un dispositivo USB con archivos cifrados que alababan y promovían la yihad.
Las evidencias recopiladas sugieren que el individuo estaba inmerso en un proceso de radicalización voluntaria y prolongada, con la posibilidad de llevar a cabo acciones violentas en el futuro. Aunque las autoridades pudieron confirmar parcialmente sus conversaciones privadas con presuntos miembros de Daesh, el acceso al contenido completo se vio obstaculizado por las medidas de seguridad implementadas.
El arresto se produjo como resultado de una colaboración entre la Brigada Provincial de Información de Santa Cruz de Tenerife y la Comisaría General de Información, quienes realizaron un patrullaje virtual en grupos de mensajería instantánea identificados como centros de reclutamiento virtual.
El sospechoso, cuya prisión provisional ha sido decretada por la Audiencia Nacional, mantenía una actividad activa en estos grupos, compartiendo y consumiendo contenido extremista. Además, se encontraron conversaciones borradas con individuos extranjeros y una interacción en una red social con una mujer ubicada en un campo de refugiados sirio, lo que sugiere una red de contactos internacional.
Los registros realizados en su domicilio revelaron la presencia de varios dispositivos USB ocultos, todos con contenido yihadista en su interior. La Fiscalía sostiene que la actividad en línea del sospechoso refleja un proceso de autoadoctrinamiento y capacitación a través del material distribuido por Daesh en Internet.
A pesar de intentar justificar su comportamiento como una expresión exclusivamente religiosa, las autoridades consideran que las pruebas recabadas sugieren una actitud que va más allá de la mera creencia religiosa, lo que podría constituir un delito según la legislación vigente. El caso continúa en desarrollo mientras las autoridades profundizan en la investigación para desentrañar completamente la red de actividades yihadistas del individuo detenido.
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