En un evento cargado de simbolismo, la icónica chimenea de la central térmica litoral de Endesa en Carboneras ha sido demolida hoy, marcando el fin de una era en la localidad. La emblemática estructura, que ha dominado el horizonte durante cuatro décadas, fue derribada en un abrir y cerrar de ojos mediante una detonación controlada, como parte del proceso de desmantelamiento de las instalaciones que cesaron su funcionamiento en diciembre de 2021.
Con 150 kilos de explosivos, la torre de 200 metros de altura, con 19 metros de diámetro en su base y 12 en la parte superior, fue reducida a escombros en cuestión de segundos. Además, otro edificio adyacente de 48 metros de altura también fue demolido, en un espectáculo que congregó a residentes y autoridades locales para presenciar el evento.
Rafael Sánchez Durba, director de Endesa para Andalucía y Extremadura, expresó que la compañía se compromete a seguir trabajando en la transición hacia fuentes de energía más limpias. "Endesa a partir de ahora va a seguir trabajando para intentar cambiar la energía producida por la central térmica que utilizaba carbón por energías limpias", afirmó Durba, señalando el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y el medio ambiente.
La demolición, que generó una gran nube de polvo, marcó el fin de una era para los habitantes de Carboneras, quienes durante décadas han convivido con la presencia imponente de la chimenea. Beatriz, una experta en demolición, explicó detalladamente cómo se llevó a cabo el procedimiento y lo que esto significa para el futuro de la zona.
La demolición de la imponente torre dará paso a la aparición de una nueva industria en el lugar, con un potencial significativo para la generación de empleo y el desarrollo económico de la región. Esta transformación marca un hito en la historia de Carboneras, que ahora mira hacia adelante con optimismo hacia un futuro más sostenible y próspero.