El ímpetu que llevaba la UD Almería tras su victoria en Las Palmas se vio bruscamente detenido al enfrentarse a un Osasuna sólido y decidido. Los primeros diez minutos del encuentro fueron un vendaval para los rojiblancos, que se vieron en desventaja por 0-2 antes de que pudieran asentarse en el campo.
El entrenador optó por una alineación inicial con algunas sorpresas, dando entrada a jugadores como Edgar y Marco Marezi para reforzar la defensa y la delantera, respectivamente. Sin embargo, estas modificaciones no lograron evitar el inicio desastroso del encuentro.
El primer gol de José Arnaiz para el Osasuna llegó temprano, aprovechando un error defensivo que dejó a los locales descolocados. Antes de que se recuperaran del golpe, Budimir aprovechó un rebote para aumentar la ventaja visitante. El panorama se oscurecía aún más con la lesión de Radovanovic, quien tuvo que abandonar el campo en camilla.
Con la entrada de Marcos Peña y los ajustes tácticos, la UD Almería intentó reaccionar, pero se encontró con una sólida defensa rival que repelía cualquier intento de avance. El segundo tiempo trajo consigo cambios en el equipo local, con la entrada de Embarba y Leo Baptistao buscando mayor peligro en el ataque.
A pesar de los esfuerzos de la UD Almería por acortar distancias, fue el Osasuna quien golpeó de nuevo con un potente disparo de Iker Muñoz que dejó sin opciones al portero local. Aunque los rojiblancos siguieron intentándolo, el marcador permaneció inamovible, sellando así una derrota por 0-3 que dejó a los aficionados con un sabor amargo en una tarde marcada por la lluvia y el viento, pero que aún así atrajo a más de 10.000 seguidores al estadio.
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